Perdonen mi ausencia, pero he estado en una especie de nirvana, y es que esta semana santa he tenido una experiencia religiosa, que aderezada con las pecaminosas torrijas, me llevó a llegar al éxtasis espiritual. Parecía increíble debido a la antigüedad del film del que vamos a hablar, pero encontré un alma pura, cándida y joven, que no había visto la película, obviamente no dejé pasar la ocasión y poseí y perturbé dicha alma.
Y es que esta película de 1973, como bien dicen es una de las más terroríficas de todos los tiempos. Como muchos de ustedes saben, la película se centra en la joven Regan (Linda Blair), una niña alegre y pizpireta, que un buen día tiene un cambio brusco en su actitud volviéndose hostil y violenta. Tras multitud de pruebas médicas, solo queda pensar que la inocente Regan sufre de un trastorno mental. Christy, la madre de Regan (Ellen Burstyn), no cree que sea eso lo que le sucede a su hija, sino algo mucho más oscuro y, a pesar de no ser religiosa y desesperada, pone a su hija en manos de los Padres Merric (Max Von Sydow), un experimentado exorcista y Karras (Jason Miller), un joven cura con problemas de fe.
Como muchos ya conocerán el film, he decidido contarles algunas curiosidades sobre él que quizás no sepan, como que la película está basada en hechos verídicos. William Peter Blatty leyó un artículo en un periódico en el que se decía que habían realizado un exorcismo para salvar el alma de un niño. Desde el momento que leyó la historia, se zambulló de lleno en ella, intentando averiguar cuánto de verdad había en el artículo. Lo que descubrió fue lo siguiente: Robbie (pseudónimo que se utilizó para proteger la identidad del pequeño), estaba muy unido a su tía, que a su vez se sentía atraída por las ciencias ocultas. Se dice que juntos realizaron incluso varias sesiones de ouija. Desgraciadamente la tía de Robbie falleció y, a raíz del fatídico proceso, empezó a comportarse de un modo extraño y violento. Además, sucesos inexplicables ocurrían en su casa al caer la noche tales como que se desplazaban objetos, incluida la cama de Robbie con él encima y completamente dormido. Los médicos se lo achacaron a una grave afección histérica debido a la reciente perdida de su tía.
Con el tiempo, el caso de Robbie en lugar de mejorar, empeoró. Sus padres, destrozados por no saber que más hacer, consultaron al reverendo Lether Miles Shulze, ya que pensaban que su hijo estaba endemoniado. El padre intentó dejar a un lado esa idea, ya que él mismo comentó que desde que se conocen las enfermedades mentales, no se realizan exorcismos porque no son reales. Ante las súplicas de los padres de Robbie para que les ayudase, decidió acceder, pero no del modo que en un principio ellos habían solicitado. El reverendo se llevó a Robbie a su propia casa, ya que estaba convencido que de alguna manera era él el que movía los objetos. Qué sorpresa no se llevaría el reverendo cuando vio que el niño completamente dormido movilizaba la cama. Para tratar de averiguar qué estaba pasando depositó al niño en el suelo, pero increíblemente el niño se desplazaba por el suelo y continuaba completamente dormido. A la mañana siguiente, Robbie no recordaba nada como era habitual en su caso.
El reverendo habló con sus padres y les recomendó se pusieran en manos de especialistas ya que nunca había creído en la necesidad de realizar un exorcismo hasta esa misma noche.
Los padres se pusieron en contacto con el Padre Hughes, conocedor de temas demoniacos y, a pesar de que nunca había realizado un exorcismo, se puso manos a la obra. Durante el exorcismo algo salió mal, aunque Robbie estaba atado, consiguió atacar al religioso, realizándole un corte del hombro a la muñeca (según la fuente que se consulte con un muelle de la cama o un trozo de madera de ésta). Debido a la gravedad de la herida tuvo que dejar el exorcismo in situ.
El estado de Robbie empeoraba y la estancia en su casa era insostenible. Le llevaron a un monasterio donde le dejaron ingresado. Allí pasaron bastantes meses, en los cuales le realizaron multitud de exorcismos en los que participaron distintos religiosos. Un día, sin saber muy bien por qué, porque no se diferencia el ritual de cualquiera de los otros realizados, el exorcismo concluyó. Una de las versiones comenta que vieron como en el cuerpo de Robbie se escribía la palabra “salida” y el niño volvió a la normalidad. Otra de las versiones, es que durante el que sería el último exorcismo, la voz de Robbie cambió proclamándose como el arcángel San Miguel, obligando al demonio a salir del cuerpo del niño. En ambos casos comentan que tras volver a la normalidad el niño no recordaba nada. Aunque en este último caso Robbie comentaba haber tenido una pesadilla en la que veía luchando al arcángel contra un demonio.
William Peter Blatty, obsesionado con la historia, decidió escribir la novela. Consiguió hablar con uno de los curas presentes en algunos de los exorcismos de Robbie, que le corroboró información que él había conseguido por su cuenta, incluso le facilitó la dirección actual de Robbie. Y aunque William estuvo multitud de veces tentado de ir a visitarlo nunca lo hizo, ya que si como decían no recordaba nada, no quería remover nada en su interior con su visita. Por ello, cuando escribió la novela, metió algunos pequeños cambios como el sexo del niño, las pruebas médicas y las características físicas de Karras.
William también escribió el guión para que se pudiera realizar la película. Quería que su historia llegara a todos lados, que las personas fuéramos conscientes de que la lucha entre el bien y el mal se está librando continuamente y en cualquier lugar. Pero fueron muchos “noes” los que tuvo que escuchar Blatty hasta que apareció el director William Friedkin, que convertiría el rodaje de la película en un maldito infierno. Para empezar le hizo cambiar a Blatty incontables veces el guión, pues aunque adoraba la novela, el guión lo definía como una porquería. Entre los cambios más destacados están que Regan al principio sí recordaba todo lo que había pasado y que le hizo quitar el prólogo de la película que transcurre en Iraq.
No solo la tomaría con Blatty: tenía al reparto desquiciado. Marcel Vercontere (coordinador de efectos especiales) llamaba al director "William el chiflado" por sus métodos poco ortodoxos de motivar al personal. Entre ellos podemos destacar, que llevaba armas al plató y cuando los actores no se lo esperaban las disparaba para captar las caras llenas de terror de estos, o cuando tras 15 tomas de la extremaunción realizada por el Padre William O'Malley (religioso de verdad) al Padre Karras, le arreó una bofetada a O'Malley y le lanzó a rodar. El pobre cura dice que recuerda que le temblaba la mano en la escena.
Ellen Burstyn también comenta haber sufrido la tiranía del director, cuando recuerda la escena en la que Regan la golpea y la lanza al otro lado de la habitación. La actriz explica que para conseguir el efecto, diseñaron un arnés para moverla. En una de las tomas notó que se hacía daño y se lo dijo al operario que movía su arnés para que no tirara tan fuerte, pero cuando se dió la vuelta oyó como Friedkin le decía justo lo contrario "tira más fuerte", lo que le llevó a Ellen a dañarse la espalda y tener que realizar alguna que otra visita al quiropráctico.
La película tuvo un gran impacto en el público, pero también con gran parte del reparto, que pensaba que estaban jugando con fuego y quizás esa película no debería rodarse nunca. No ayudaron varios hechos que sucedieron mientras se rodaba la película, que el reparto ya veía como una maldición. Como un incendio que sucedió de noche cuando no había nadie (supuestamente) en el plató que destruyó lo que era la casa de Regan, que la imagen del demonio Pazozo en lugar de ir a Iraq acabara en Hong Kong o las nueve muertes que se produjeron durante el rodaje, unas muy cercanas a la película, como el actor Jack Macgowran, cuando acabó su participación en ella, o un vigilante nocturno, junto a otras más alejadas, como el padrino de Linda Blair, o el hijo recién nacido de un cámara.
Teniendo en cuenta el año en el que está realizada la película, cabe destacar la multitud de efectos visuales y de sonido que se realizaron en la película. Por ejemplo, la voz de Regan poseída tampoco contentaba a Friedkin. El equipo trabajaba modulando con un ecualizador, pero ni distorsionando, ni amplificando la voz de Linda Blair obtenían los resultados que el director deseaba: quería una voz neutra, ni masculina, ni femenina. Finalmente propuso a la actriz Mercedes Mcambrige (aquejada de bronquitis crónica desde joven). Durante la grabación de la película siguió una dieta que propiciaba el consumo de alcohol y tabaco con lo que conseguía realizar hasta dos y tres voces al mismo tiempo.
Los increíbles efectos que disfrutamos en la película están realizados por Dick Smith y un jovencísimo Rick Baker. Aparte del por aquel entonces escalofriante maquillaje de Regan, realizaron una reproducción del cuerpo de Linda Blair para realizar el famoso giro de 360 grados. Además le realizaron una prótesis de la lengua para ciertas escenas, el conducto para el vómito, incluso diseñaron tres camas distintas para simular los distintos movimientos de ésta. Éste fue uno de los maquillajes descartados:
La película fue nominada a 11 candidaturas de los Oscar, aun que únicamente ganó 2: al mejor guión para William Peter Blatty, y mejores efectos de sonido.
Se veía tal su magnitud que fueron muchos los que se quisieron subirse al carro de la fama como fue el caso de Eileen Dietz: doble de Linda Blair, que fue diciendo que tenía más minutos en pantalla que la propia Linda Blair ya que debajo del maquillaje de la ya poseída Regan estaba ella. Se montó una gran polémica lo que llevó al director a cronometrar el tiempo que salía Eileen en la pantalla, siendo el tiempo total 28 segundos (la famosa vomitona y la masturbación con el crucifijo). Aun así, en un documental Linda Blair comenta que en la escena del crucifijo le dijeron que clavara el crucifijo en una caja con sangre artificial y ella comenta que hasta años más tarde no entendió la escena. ¿Sale Eileen aún menos de lo que dicen? O ¿debido a que la joven Linda no entendía la escena, no le daba el toque deseado, y la pusieron a ella?
Finalmente la película se estrenó el 26 de diciembre de 1973, hubo multitud de reacciones, desmayos, ataques al corazón… lo que provocó que fuera la primera película que colocaba ambulancias a la salida de los cines. Ahora no nos llama tanto la atención pero por aquel entonces fue todo un revuelo. Hubo apagones en los cines, y un rayo incendió un edificio de 400 años en el centro de Roma el día del estreno. Vamos que nadie quedó indiferente.
Y en el año 2000, sorprendiéndonos de nuevo, El exorcista llegó otra vez a la gran pantalla con El montaje del director. Una versión que William Blatty creía que debía hacer, palabras textuales suyas “se lo debía a su obra”. En Estados Unidos se estrenó como El exorcista la versión que nunca viste, ya que le costó mucho convencer a William Friedkin de que se realizara. La nueva versión contiene 11 minutos más en la que podemos ver conversaciones entre el Padre Karras y el detective Kinderman, el rostro diabólico que se aparece en la casa, el detallado examen médico y el descenso arácnido.
Y lo que no podemos olvidar al hablar del exorcista es del juego de luces y sombras, haciendo constante referencia del bien y el mal y de la más que famosa y que siempre quedará unida ella la canción “Tubular Bells” de Mike Oldfield.
Fuentes utilizadas: documental El exorcista detrás de las cámaras, documental Fear of God y libreto que acompaña a la película en una edición de coleccionista.
Bueno señores ¡felices pesadillas!
-Gina V-
Hace mucho tiempo que no pasaba por vuestro blog. Me encanta haber leido y haber aprendido mas del Exorcista,una de mis peliculas preferidas.Hasta dentro de poco.
ResponderEliminarEsta peli si que me dió miedo.
ResponderEliminarGran reportaje Gina V,sigue asi..
ResponderEliminarmuchas gracias por esta aclaracion ,no sabia cual era la version extendida
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