CRÍTICA Fast & Furious 6

Ficha técnica

Año: 2013

País: Estados Unidos

Director: Justin Lin

Guión: Chis Morgan

Fotografía: Stephen F. Winston

Montaje: Chistian Wagner, Kelly Matsumoto

Reparto

Vin Diesel, Paul Walker, Dwayne Johnson, Jordana Brewster, Michelle Rodriguez, Tyrese Gibson, Sung Kang, Gal Gadot, Chis “Ludacris” Bridges, Luke Evans, Gina Carano, John Ortiz, Elsa Pataky

Sipnosis

Desde que Dom (Vin Diesel) y Brian (Paul Walker) dieron su último golpe para derribar el imperio de un mafioso en Río de Janeiro, y llevándose cien millones de dólares, el equipo se ha dispersado por distintos lugares del planeta. Sin embargo el hecho de no poder volver a Estados Unidos, ser unos forajidos de la justicia y la ausencia de aventuras está haciendo mella en su moral. Todo cambiará cuando sean localizados por el agente Luke Hobbs (Dwayne Johnson) que les pedirá que reúnan a su equipo una vez más para atrapar al malvado Owen Shaw (Luke Evans), un antiguo miembro de las fuerzas especiales británicas, que junto a su banda criminal supone un grave peligro para la seguridad mundial. Para convencerlos Luke guarda un as en la manga.

Análisis

Antes de visionar la sexta parte de una franquicia cinematográfica de acción lo que te suele embargar es una pereza que te aplasta en el sillón de tu casa y te susurra que no pierdas tu tiempo en ver más de lo mismo; eso sí, con persecuciones más imposibles, peleas con coreografías más elaboradas y espectaculares, malos más malvados, finales más grandiosos, más, más, más de lo mismo. Y todo esto es lo que ofrece Justin Lin con esta película, pero hay que reconocer a sus  creadores que no pretenden engañar a nadie, que los tráiler muestran muy a las claras lo que vas a ver.

Así que cuando me senté en el cine, para que nos vamos a engañar, iba con la expectativa de aburrirme en sumo grado. Y he de ser sincero, a medida que transcurrían los minutos notaba con cierto agrado que me lo estaba pasando bien y ya no me importaba pasarme más de dos horas y media viendo algo que no me atraía nada. No obstante, esta sensación se me pasó cuando llegamos a la traca final, cuando el desenlace de la historia se tiene que resolver en el segundo avión de carga más grande del mundo, el Antonov An-124, en una escena de peleas y coches en la que te llegas a preguntar cuántas decenas de kilómetros debe tener la pista de despegue.

En Fast & Furious 6 se agradece la buena labor del director para rodar la acción. Lo hace con gran solvencia y espectacularidad y, junto con un excelente montaje, nos permite asistir a un espectáculo al menos entretenido. Lo mejor, sin duda, es el actor galés Luke Evans que encarna al malísimo Owen Shaw, un criminal brillante, analítico y letal, que no permite la debilidad en su equipo de mercenarios. El resto del reparto está en su línea, no podemos esperar grandes cosas de Vin Diesel, algo rellenito, y de Dwayne  Johnson (que alguien le diga que no se hinche más), porque sus cualidades interpretativas son las que son. Sí se podría esperar más de Paul Walker, Elsa Pataky y Michelle Rodríguez, resucitada por la presión que hicieron los fans tras su aparente muerte en la quinta entrega, pero no nos engañemos, con este guión…

Las secuencias de luchas corporales tienen un papel importante, quizá para equilibrar un poco las persecuciones de coches. Y en este punto destacan dos peleas en dos puntos distintos del metro de Londres. La primera la de Roman Pearce (Tyrese Gibson) y Han Lue (Sung Kang) con el secuaz de Owen el experto luchador Jah (Joe Taslim); la segunda, una lucha visceral e intensa entre dos mujeres, Letty (Michelle Rodríguez) y Riley (Gina Carano).

Las localizaciones principales se sitúan en Londres, donde transcurre la mayor parte de la acción y se nos ofrece un espectacular muestrario de persecuciones, luchas y explosiones y en Tenerife, donde se desarrolla la espectacular persecución entre los potentes coches americanos de los buenos y el Tanque Chieftain de ocho toneladas de los malos, rematada por un salto de Vin Diesel que ya me río yo de Superman o Los Vengadores.

En definitiva, una película que te hará pasar un rato entretenido junto las palomitas y tú refresco favorito y que olvidarás fácilmente cuando veas el próximo taquillazo.

Nota:

6.5/10 

Lo mejor:

Las peleas en el metro de Londres y las persecuciones tras el malo en dicha ciudad.

Lo peor:

La película debería haber acabado con la persecución del tanque. A partir de ahí, cae en picado.

-Juan Martos-