Por cortesía de SensaCine, tuvimos ayer el enorme placer de visionar Vivir es fácil con los ojos cerrados en los Cines Dreams en un pase especial que contó con la presencia del director David Trueba y los intérpretes Javier Cámara y Natalia de Molina. La cinta llegará a las carteleras el próximo 31 de octubre.
Corre el año 1966, Antonio (Javier Cámara) es profesor en Albacete donde enseña inglés a sus alumnos por medio de las letras de canciones de los Beatles. Cuando descubre que John Lennon está en Almería rodando una película decide ir allí para conocerle. Inicia así un viaje en su Seat 850 por las carreteras de la época, donde recogerá a Belén (Natalia de Molina), una malagueña de veintiún años embarazada de tres meses, que ha huido de una institución en la que estaba encerrada hasta que diera luz, y a Juanjo (Francesc Colomer), madrileño de dieciséis años, que se ha marchado de casa harto de las exigencias de su padre, policía de profesión. Se inicia así un viaje iniciático, de descubrimiento y liberación de nuestros personajes que marcará el resto de sus vidas.
David Trueba escribe y dirige una película que si tiene un calificativo que la define es el de entrañable. Porque esta es la sensación que te producen sus tres personajes principales y Ramón (Ramón Fontseré), propietario de una tasca situada en la costa almeriense. Como también lo es la recreación que hace de la época el realizador, utilizando a varios “paisanos” de la zona como secundarios y figurantes, elección que dota a la cinta de una frescura y verosimilitud increíbles. El hotel “Cielo y Mar” con ese recepcionista del que Antonio dice que “hay que opositar para entenderlo” ante lo cerrado de su acento, los clientes del bar de Ramón, los niños que piden, los guardias civiles, el acomodador del cine, el bestia que la toma con el pobre Juanjo a cuenta de su pelo largo, muestran como si de un documental se tratara la pobreza cultural y económica de la España profunda de la época.
Javier Cámara, Natalia de Molina y Francesc Colomer en el momento road movie de Vivir es fácil con los ojos cerrados |
Pat Metheny y Charlie Haden colaboran por primera vez para realizar una banda sonora. El resultado es más que satisfactorio, acompañando sin estridencias el tono amable de la película. Es reseñable también destacar la canción “Strawberry Fields Forever”, compuesta por John Lennon en Almería, una de cuyas estrofas da título al film y que oiremos en un momento determinado para dar un sentido poético a la historia.
La realización de David Trueba es bastante clásica, con una fotografía a cargo de Daniel Vilar en tonos pasteles que nos retrotrae a los años sesenta. El guión es notable con multitud de situaciones que nos arrancarán una sonrisa.
Las interpretaciones son uno de los puntos más destacados. Javier Cámara está absolutamente genial. Interpreta a un profesor apasionado por la enseñanza, revolucionario para su época en la forma de afrontar las clases y el trato con sus alumnos. Pero ante todo es una buenísima persona que no juzga a los demás por sus errores pasados: deja que ellos encuentren su camino y siempre está dispuesto a ayudar sin interferir en sus deseos.
Ramón Fontseré y Javier Cámara en la tasca |
Natalia de Molina, en su primer papel en el cine, es un auténtico descubrimiento. Interpreta con sobrada solvencia el papel de una chica modesta, embarazada de tres meses sin padre conocido, lo cual es una afrenta a la buena moral de la época. Excepcional en todo momento, trasmitiendo de manera muy acertada la timidez y humildad de Belén. Pero también la sutil picardía de una muchacha de veintiún años a medida que va conociendo más a Juanjo.
De Francesc Colomer cabe destacar su mirada, su rostro, que trasmite gran cantidad de emociones sin apenas hablar. Genial está Ramón Fontseré. Interpreta a un catalán afincado (por un caprichoso azar del destino) en un apartado rincón de la costa de Almería. Cínico, malhumorado, licenciado en la vida, cuida de su hijo con parálisis cerebral tras haber sido abandonado por su mujer italiana.
Muy recomendable película que no os debéis perder, sobre todo los que habéis vivido los finales de los sesenta y los setenta. Sin duda será una de las apuestas seguras de los próximos Goya.
En busca de John Lennon, ¡rumbo a Almería! |
Nota: 8/10
Lo mejor: la recreación de la época, contar con actores no profesionales de los pueblos de la zona y las interpretaciones del trío protagonista y de Ramón Fontseré.
Lo peor: estaría bien que subtitularan “Strawberry Fields Forever” cuando suena al final de la película, ya que entender la letra potencia el final de la historia. Y ahí va un extra especial para melómanos:
-Juan Martos-
Viendo tu critica me entran unas ganas enormes de ver la pelicula.En cuanto pueda la veré y ya te informaré si tenias razon.Un abracito Juanillo.
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