Después de degustar un inolvidable argumento como el de Oldboy, quién podría negarse a curiosear una nueva entrega del creador y encontrarse con lo más actual: Stoker (titulada en países hispanohablantes como Lazos perversos). Su director es Park Chan-wook, en su ya decimosegunda obra. Él intentará adentrarnos, una vez más, en mundos desconocidos y extraños comportamientos de la mente humana.
La película, dirigida en 2012, cuenta con un excelente reparto con Mia Wasikowska, Matthew Goode y Nicole Kidman. La fotografía de la mano de Chung-hoon Chung será de exquisito gusto durante toda la película y lo primero que nos llamará la atención haciendo resaltar su originalidad, ornamentando su manera de contar de un excelente proceder.
Cuando se aúnan una muy buena fotografía y se cuidan los pequeños detalles, la propia historia nos irá relatando pequeñas microhistorias en cada momento, haciendo así mucho más rico el contenido.
La primera imagen, con la carretera y las líneas continuas resaltadas, nos hace intuir de primera mano que estamos ante una buena película; la excentricidad en la narrativa nos lo promete y sus intérpretes nos lo aseguran. Lástima que un final sorprendente no exista, hubiera sido la clave para convertir a una buena película en una sobresaliente.
Evelyn, India y Charlie en Stoker |
Al cumplir la mayoría de edad, India Stoker (Mia Wasikowska) pierde a su padre en un "accidente de tráfico", quedará así acompañada por su madre Evelyn (Nicole Kidman) y su tío Charlie (Matthew Goode), el cual aparecerá de improviso en sus vidas intentando llenar el vacío que ha dejado su hermano. En contrapunto tendremos a una liberada madre con ganas de vivir y de olvidar a un marido cuya atracción estará únicamente en el recuerdo de su juventud (por eso le atraerá Charlie); y una adolescente muy unida a su padre, forzada a experimentar cambios. Existe una conexión entre India y su tío, ella al principio no lo ve, pero él está convencido de ello. El apellido Stoker parece encerrar algo más que unos lazos de sangre...
Mia Wasikowska y Matthew Goode en la escena del piano de Stoker |
Los temas principales de la película
- La violencia: Aparecerá durante toda la película, bajo una piel que es capaz de mostrar otras cosas. En el caso de India, la violencia terminará con su inocencia apareciendo como parte de su evolución, de su crecimiento, de lo inevitable, desprenderá la cutícula muerta a su paso, como ocurre con el crecimiento de las serpientes. India dirá en una ocasión "a veces tienes que hacer algo malo para tener que evitar hacer algo peor”. India tendrá una extraña fase de crecimiento, distinta a las niñas de su edad. Así podremos verla masturbándose en la ducha después de contemplar un asesinato. Esta violencia irá íntimamente relacionada con el instinto de cazador/depredador que posee.
Los zapatos son una metáfora de la maduración de India en Stoker |
- El erotismo: Tanto de parte de Evelyn (la madre), como de India (la hija), presentarán a este triángulo amoroso con un toque de deseo. En el caso de la madre, que cansada de una vida vacía, al haberse visto distanciada por la relación de su hija y su marido y su reciente muerte; el impulso que le dará Charlie (recordando la juventud de su marido), hará que Nicole Kidman nos muestre su lado sensual y seductor. En el caso de India, su seducción se basa en la conexión que existe entre ella, lo que su tío y ella poseen y el paso de niña a mujer representado por todos los zapatos que él le había regalado.
- El mal: Presente en algunos miembros de la familia Stoker. La madre no quiere a su hija porque pasaba mucho tiempo cazando con su padre, en una ocasión le pregunta "¿quién eres?". Ella la siente como algo desconocido, que no es parte de ella. El mal estará relacionado con algo de la naturaleza, algo que se posee, con la necesidad de cazar por instinto y disfrutar con ello.
Nota: 7,9/10
Lo mejor: la fotografía y el surrealismo metafórico a la hora, por ejemplo, de aparecer una araña trepando por las piernas de India.
Lo peor: la falta de sentido en el argumento a la hora de enlazar el presente con el pasado y renquear en el desenlace.
En definitiva, una película que no hay que dejar de conocer y saber paladear. Donde veremos nuevas venganzas de un Park Chan-wook que va evolucionando en su cine...
-Pedro P. Blanco-
Me gusta lo que has escrito, aunque no estoy de acuerdo contigo en lo que dices del desenlace de la película: me pareció genial.
ResponderEliminarLa verdad es que a mí me atrapó desde el principio hasta el final. Park Chan-wook tiene una magia especial que consigue cautivarme y el final, que enlaza con el comienzo, me pareció espectacular, muy coherente y el cierre de un círculo trazado con maestría.
ResponderEliminar¡Buena crítica, Peter! ^^
me has abierto el apetito visual jejeje la veré un abrazo
ResponderEliminarHay opiniones para todos los gustos, aunque creo que el creador de Old boy, debería haber cuidado, ya no la parte final que enlaza con el principio, si no lo que sucede justo antes( y no quiero contar la película)jajjajaj
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