Por cortesía de SensaCine y los cines Kinépolis pudimos acceder al preestreno de Memorias de un zombie adolescente, una cinta muy peculiar.
Summit Entertaiment nos presenta esta comedia que, he de reconocer, me tenía bastante en ascuas. Confesaré que soy seguidora de las películas de zombis y, al ver el título en castellano de la película, me chirriaba un poco, “Memorias de un zombie adolescente”, ¿memorias?, los zombies solo piensan en una cosa y es "cerebroooossssss".
Su título original es Warm Bodies, algo así como cuerpos tibios, que no suena tan pegadizo y molón, pero sé es más convincente para los seguidores del género por aquello de estar medio muertos, ni calientes, ni fríos, sino tibios. En fin.
Si abrimos un poco la mente, podemos disfrutar de esta mezcla de géneros, algo arriesgada quizás y, aunque es probable que no cumpla nuestras expectativas, podremos pasar un rato divertido, en el que disfrutaremos de unos cuantos puntos de humor bastante inteligente, pero que nos recordará ligeramente a ratos a la saga Crepúsculo.
El director Jonathan Levine nos sitúa en una sociedad actual, que no se sabe muy bien por qué, si por algún tipo de gas, radiación, o un escape de energía nuclear, ha convertido a gran parte de la población en zombis. La humanidad se divide en dos grandes grupos: los zombies y la resistencia humana.
“R” (Nicholas Hoult), un joven zombi, intenta adaptase a su situación actual y apenas recuerda su vida pero se niega a perder su humanidad. Y es que los zombies que se cansan de vagar y se dejan ir se transforman en unas criaturas llenas de maldad, que ellos llaman “huesudos”, unas criaturas que hasta los zombis temen.
Una de las pocas cosas para las que se unen los zombis es para cazar porque, eso sé, estos zombis también comen humanos y sus cerebrooooossss, y han descubierto que comiéndolos se apoderan de los recuerdos de las personas y les hace sentir, un poquito más humanos.
En una de estas cazas “R” y sus colegas se encontrarán con un grupo de la resistencia que ha salido de la ciudad sitiada donde se encuentran los humanos, para recoger medicinas. Así Julie (Teresa Palmer) la hija de un militar que es el promotor de la ciudad sitiada (John Malkovich) y su grupo es brutalmente atacado y mueren muchos amigos de Julie, incluido su novio, este último a manos de “R” que al comer el cerebro del chico, siente una necesidad sobrenatural de mantener a Julie con vida, llevándosela con él para mantenerla a salvo, lo que dará lugar aun montón de situaciones variopintas que nos sacarán más de una carcajada.
Nota: 6,8/10
Lo mejor de la película: Las reflexiones del zombi, hay una serie de bromas que hace sobre la sociedad actual que son muy hábiles y locuaces y el guiño a las películas de zombies sacando la carátula de la película Zombie de George A. Romero.
Lo peor de la película: Aunque comienza con muy buen ritmo, según avanza el film se vuelve algo lento, a la par que algo ñoño. Y algo que sí que no puedo dejar pasar, vale que los zombies piensen en algo más que cerebroooossss pero eso de que cicatricen después de muertos, ¡es imperdonable!
-Viki Vila-
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