.png "English"){kind=small}
La cinta estuvo nominada al Oscar a la mejor película de habla no inglesa en la pasada edición de los galardones y pudo verse por primera vez en España en el marco del Festival de Cine de Sitges del 2012. La fabulosa actriz Rachel Mwanza, obtuvo un Oso de Plata a Mejor actriz por esta película en el Festival Internacional de Cine de Berlín mientras que Rebelde (War Witch) se alzó con el premio a la mejor película en el Festival de Tribeca.
Komana es una niña cuando el ejército rebelde entra en su poblado y asesina a su familia, siendo reclutada como soldado para una causa que ni siquiera comprende. Por el hecho de salir indemne del combate, es nombrada "bruja de la guerra", una especie de talismán para el comandante que por una parte le servirá de protección pero por otra la convertirá en víctima de aberraciones de todo tipo.
Se trata del tercer largo del director canadiense Kim Nguyen, que consigue mostrar de forma magistral el tránsito a la vida adulta de Komana, forzada a crecer de forma apresurada, sin perder de vista el pensamiento mágico que suele rodear los ambientes próximos a las guerrillas que se desarrollan en la selva. Especialmente perturbadores son dos escenarios: el del poblado de albinos, que deben ser protegidos porque son considerados amuletos y su vida corre peligro y el del poblado de "el mago" en el que la historia del carnicero del pueblo pone los pelos de punta.
A pesar de lo durísima que es la película y de retratar una realidad no solo incómoda sino también trágica, Nguyen consigue mostrar esperanza e incluso, a través de su personaje principal Komana, fortaleza y decisión a la hora de salir adelante y continuar a pesar de todo. Han pasado tres años de su vida en los que el tránsito a la madurez ha sido más que traumático, pero la vida sigue y ése es el mensaje con el que se cierra la película.
Nota: 9/10
Lo mejor: el director es capaz de profundizar tanto en la situación que hay momentos divertidos y hasta bellos en medio de la desolación.
Lo peor: la película muestra la violencia sin tapujos, de una forma muy natural, exactamente como es percibida en un entorno tan extremo, así que no es apta para sensibilidades acusadas.
Una secuencia de las que no se olvidan: para deshacerse del señor de la guerra local que vuelve a atraparla Komana idea un plan en virtud del cual se convierte en "una flor envenenada" para su captor, que la obliga a mantener relaciones con él. A pesar de la crudeza de la situación, está contado de una forma bastante elegante, pero se queda grabado en la memoria a fuego.
-Raquel Hdez-
Lo que más me gustó de esta película es la ternura que trasmiten los dos protagonistas en algunos momentos de la historia a pesar del entorno en el que se desenvuelven sus vidas (la búsqueda del gallo blanco por parte del chico albino nos deja momentos increíbles). Es notable también que el director no muestre la violencia de una manera explícita, lo cual no resta crudeza a la película.
ResponderEliminarEs un film muy recomendable, y de lo mejor que he visto últimamente, junto a la danesa "La caza", de Thomas Vinterberg.