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CRÍTICA Django desencadenado

Con Django desencadenado, Tarantino le ha dado una nueva vuelta de tuerca a los homenajes al western que han venido poblando nuestras carteleras en los últimos tiempos.

Ambientada en el sur de los Estados Unidos dos años antes de que estalle la Guerra Civil, narra la historia del doctor King Schultz (el reciente ganador del Globo de Oro Christoph Waltz) un cazarrecompensas de origen alemán, que sigue la pista de unos asesinos: los hermanos Brittle. Para lograr su objetivo busca la ayuda de un esclavo llamado Django (Jamie Foxx).

El poco ortodoxo Schultz se hace con Django bajo la promesa de ayudarlo a recuperar a su esposa una vez que hayan capturado a los Brittle, vivos o muertos. Django perfecciona su destreza como cazador de hombres con un único objetivo: encontrar y rescatar a Broomhilda (Kerry Washington). La búsqueda de Django y Schultz finalmente los lleva hasta Calvin Candie (Leonardo Di Caprio), propietario de la infame plantación Candyland.


Con una banda sonora poderosísima (y por primera vez original) es prácticamente imposible no enamorarse de los personajes principales desde la primera secuencia y aborrecer a los infames villanos a los que se enfrentan (Di Caprio da miedo en algunos momentos, al igual que un Samuel L. Jackson transformado en perspicaz anciano cascarrabias).


Un grito a la libertad que se oye alto y claro con imágenes tan ilustrativas como los campos de algodón regados con la sangre de los opresores. El tono épico de esa venganza, la violencia estilizada de los disparos que salpican chorretones de sangre, pero sobre todo esa sensación de que se está haciendo justicia que te deja bien satisfecho repantingado en la butaca del cine (vamos, que sabe a gloria, cinematográficamente hablando).


Los géneros puros han muerto, si es que alguna vez existieron, y Tarantino mete en la coctelera todo lo que le sale de la chistera: ritmos raperos, pequeñas licencias históricas, una Candyland de pesadilla habitada por personajes histriónicos, rostros emblemáticos del spaguetti western, a sí mismo en un cameo... Bienvenida sea la hibridación, cuando da tan buenos frutos.

La "d" de Django es muda pero tiene mucho que decir del indomable espíritu del hombre a pesar de que se le prive de la libertad.


Nota: 8,75/10

Lo mejor: la cuidadísima fotografía y la puesta en escena: decorados, atrezzo, vestuario... Cada fotograma parece un cuadro y está estudiado con mimo.

Lo peor: le falta ritmo por exceso de metraje, y eso que ya de por sí tuvo que recortar bastante en montaje (pero es Tarantino, así que más tiempo para disfrutar) y los personajes femeninos son extremadamente planos... la bellísima Kerry Washington está un poco desaprovechada.

Una secuencia para recordar: el clásico tiroteo de la cantina es una de las mejores secuencias por su humor y su forma de sorprender el espectador.

-Raquel Hdez-

7 comentarios:

  1. Esta hay que verla, si señor!!!!

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  2. Esta la tengo en la lista. Seguro que no defrauda

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  3. La veré por supuesto

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  4. Coincido con tu crítica respecto a lo mejor y a lo peor. Podían haberle sacado mucho más jugo a Kerry Washington y se excede en metraje, pero es muy recomendable y se disfruta mucho.

    Te dejo mi crítica por si quieres echarle un vistazo

    Saludos de otra compi de Sensacine.

    María José
    http://www.cineenconserva.com/2013/01/critica-django-desencadenado-el-western.html

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  5. Una decepción 'Django', no me esperaba un clásico pero sí una película más divertida. Apenas aparecen esos diálogos crujientes marca de la casa, y como siempre, qué pena que sus pelis estén tan vacías. ¿Cuándo encontrará messieur Tarantino algo para lo que tan bien sabe hacer: contar? Un saludo!

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