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CRÍTICA El monje, mirando al abismo a los ojos

La coproducción franco-española recién estrenada, El monje, está ambientada en un convento capuchino del siglo XVIII. Narra la historia de Ambrosio, un franciscano que es criado en la fe cristiana tras ser abandonado a su suerte. Con el paso del tiempo, se convierte en un ejemplo para sus hermanos, siendo un predicador capaz de redimir las almas más oscuras y captarlas atrayéndolas hacia la Iglesia. Sus discursos son aplaudidos por cientos de personas que se agolpan bajo su púlpito. Sin embargo sus convicciones morales no son tan firmes como el cree, sobre todo a partir del momento en el que un joven novicio cuyo rostro se oculta tras una grotesca máscara, es acogido por los monjes. Ambrosio tendrá que enfrentarse a aquello que más le aterra: sus propios deseos.




Aunque la propuesta es visualmente atractiva, no deja de quedarse excesivamente corta en el desarrollo del personaje principal, Ambrosio, interpretado por el magistral Vincent Cassel del que recientemente también hemos podido disfrutar en su inquietante papel en Un método peligroso. La película no es ni escandalosa, ni agita los cimientos de la Iglesia. Tampoco genera la empatía que habría sido tan necesaria para comprender a Ambrosio y va perdiendo fuelle de forma alarmante hasta el final de la película, en el que la escena de cierre queda desgajada siendo un subrayado carente de sentido. Los personajes no consiguen arrastrar al espectador hasta ese abismo de desinhibición que les succiona la voluntad. No obstante es muy remarcable el trabajo de dirección de actores de Dominik Moll (Harry, un amigo que os quiere y Lemming) sobre todo con Cassel del que consigue sustraer toda su expresividad al servicio de su personaje. Puede que de hecho esta virtud de la película sea su mayor lastre, ya que Ambrosio eclipsa al resto del elenco.


La novela que sirve de punto de partida, por el contrario, sembró la polémica por muchas razones: la primera de ellas, es que su joven autor, Matthew Gregory Lewis, la escribió antes de cumplir los 20 años, utilizando como villano ni más ni menos que a un monje capuchino. Más allá de eso el tema de la represión sexual, del incesto y la Inquisición pueblan un relato en el que el mal sacude al bien en una lucha sin cuartel. Conceptos tremendamente rupturistas para la sociedad de 1796 en la que vio la luz por primera vez la novela. No faltan en ella elementos que remitan a la tragedias griegas y a su catarsis final. Sin embargo, la película no consigue transmitir esa misma fuerza llegando a un final rápido que casi parece de compromiso y en el que habría sido de agradecer mayor esmero. Ambrosio, arrastrado por un destino del que parece no poder escapar cual Edipo redivivo debe sufrir las consecuencias de sus acciones, pero ¿acaso era libre de poder elegir otro camino?

Nota: 5/10

Lo mejor: la ambientación y la forma en que se muestra el recogimiento del convento. En este sentido, el viraje a tonalidades ocres y marrones al comienzo de la película es todo un acierto. El trabajo de fotografía, que se recrea en las bajas luces es excepcional.

Lo peor: que cuenta con un reparto excepcional que queda bastante desaprovechado. Tanto Sergi López como Geraldine Chaplin podrían haber dado mucho más de sí aportando una mayor complejidad a la trama.


La imagen: el leit motiv de la tentación y el misterio de la película, aquella en la que una bellísima y jovencísima Joséphine Japi se arrodilla ante la cruz, cubierta con una capa roja.

ESTRENOS 27 Enero

El estreno más fuerte de la semana es sin duda Albert Nobbs, protagonizada por la andrógina Glenn Close, quien ya interpretara el papel en el Teatro Broadway en los años 70. La historia se desarrolla en la Irlanda del Siglo XIX (época en la que las mujeres lo tenían bastante complicado para sobrevivir). Una mujer se disfraza de hombre para conseguir encontrar un sitio en la sociedad mientras su vida personal se complica en un triángulo amoroso que ocasiona que la protagonista olvide quién es en realidad. Basada en la obra de teatro “The singular life of Albert Nobbs”, le ha valido a Glenn Close una muy merecida nominación al Oscar.

Arrugas es una comedia de animación que narra lo duro que puede ser una enfermedad como el Alzheimer. Emilio llega al geriátrico en el estadio inicial de la enfermedad. Allí conoce a Miguel que se hará inseparable del protagonista y que hará todo lo posible para que el anciano no acabe en el piso de los desahuciados. Con planes locos y una ternura sin límites los ancianos comprenden que allí no deben acabarse sus sueños y que pueden empezar una nueva vida. Arrugas ha sido ha sido nominada en los Premios Goya y en los Premio Annie del pasado año (a Mejor película de animación, Mejor película y Mejor guión adaptado) y preseleccionado para los Oscar. No nos podemos perder este largometraje del director Ignacio Ferreras.
Bajo Amenaza comienza con la clásica pareja que parece tenerlo todo. Sara y Kyle disfrutan de una espectacular vida de lujos junto a su rebelde hija Avery. Pero todo cambia de la noche a la mañana cuando dos agentes uniformados entran en la casa con una gran violencia en busca de dinero trastocando su vida y sus sueños. Entonces Kyle tendrá que usar toda su inteligencia para salvar a su mujer y a su hija y evitar que les hagan daño. Protagonizada por dos actores consagrados venidos a menos como Nicolas Cage y Nicole Kidman solo deja un interrogante: ¿cómo acabará esta auténtica pesadilla?

El monje se remonta a la España del siglo XVIII. Ambrosio (Vincent Cassel) es educado por los monjes Capuchinos tras haber sido abandonado allí de pequeño. De adulto se convierte en un admirado y temido predicador por su congregación por una vida estricta sin caer en las tentaciones carnales. Pero su fe se ve truncada cuando al convento llega la visita de un joven novicio que le lleva a confundir el bien y el mal. El director alemán Dominik Moll trata de visualizar una Iglesia menos divina y más humana en el que también se puede encontrar el pecado.
Historias de Sanghai nos relata cómo dieciocho personas de las ciudades de Hong Kong, Taipei y Shangai tuvieron que abandonar sus hogares cuando en 1949 ganaron los comunistas chinos. Se trata de un documental dirigido por Jia Zhang Ke en el que se cuentan las historias personales de cada uno de ellos: cómo vivieron, sus tristezas y alegrías... en una ciudad de rápida evolución y que supuso un cambio radical para muchas familias sumidas en plena revolución cultural.

En las antípodas, Ibiza Occidente es un documental que ofrece una posibilidad única de profundizar en la historia reciente de la música electrónica. Ibiza se ha convertido en uno de los lugares sagrados para infinidad de personas que buscan un ocio alternativo. La película cuenta con la opinión de varios de los DJ’s más conocidos que trabajan en las emblemáticas discotecas de Ibiza como Pachá, Amnesia o Space. Opiniones diversas pueblan este atípico documental de uno de los paraísos nocturnos de más marcha del mundo.
J. Edgar es la última cinta dirigida por Clint Eastwood que nos cuenta la historia de John Edgar Hoover quien fuera director FBI desde su creación siendo una de las figuras más poderosas del siglo XX por su gestión. Teñido de luces y sombras fue tan admirado por proteger a sus compatriotas como vilipendiado cuando se le acusó de abusar de su poder y autoridad, extorsionando a figuras públicas notables haciéndolas ceder a sus deseos. El actor Leonardo Di Caprio se pone detrás de los ojos de Hoover explorando el día a día de una de las personas más poderosas que ha habido y que defendió durante toda su vida una idea de la justicia dominada por las malas artes. Edgar preservaba su vida privada entre dos personas muy importantes para él y que formaban su círculo de confianza: Clyde Tolson (Armie Hammer) y su secretaria Helen Gandy (Naomi Watts).
Aquello que amamos nos cuenta la  historia de Janek, un joven amante de la música que quiere formar un grupo de punk. Su vida solo gira en torno a la música y a su primer gran amor Basia pero las cosas van a cambiar. La historia está ambientada en la Polonia de los años 80 cuando en el país empiezan a emerger las primeras huelgas y manifestaciones por el movimiento Solidaridad frente al régimen comunista. Janek quiere seguir adelante con su banda pero el régimen comunista quiere imponer la ley marcial. Esto hace que los adolescentes quieren tomar el país combatiendo por la libertad social. Comedia dramática de Jacek Borcuch, realizador polaco muy conocido en su país por las series de televisión Magda M. o Bez tajemnic, promete tantos momentos duros como amables.

También desde Polonia nos llega esta película hagiográfica que habla sobre el asesinato del padre Popieluszko (beatificado por el Papa Benedicto XVI en el año 2009), héroe del movimiento Solidaridad que se enfrentó en los años 80 alzamiento del régimen comunista. Hablamos de Popieluszko: La libertad está en nosotros. La policía intentó disuadir e intimidar a este gran adversario pero al no poder acallarle acabaron asesinándolo. Además de contarnos la vida y muerte del padre también nos relatan el día a día del grupo Solidaridad y el por qué de sus ataques con manifestaciones y huelgas frente a los comunistas.

En Underworld 4, los humanos han descubierto por fin la existencia de los hombres lobo y los vampiros, a los que han tratado de exterminar a toda costa. En una lucha, una bomba estalla cerca de Selene (Kate Beckinsale) y Michael, el amor de su vida. Selene ha sido criogenizada en los laboratorios de una poderosa corporación biotecnológica llamada Antigén y descubre que Michel ha muerto, aunque ha gestado, durante su cautiverio, a una hija. Allí están tratando de desarrollar una vacuna que proteja a los humanos de convertirse en licántropos o vampiros.  Selene busca vengarse de esta siniestra empresa por lo que tendrá que enfrentarse a un licántropo alterado genéticamente.

Mucha variedad esta semana en la cartelera para poder elegir entre diferentes e interesantes títulos. ¡Buen cine!

-Jose Maketilla-

SORTEO Entradas para Shame

Gracias a la colaboración de SensaCine, Quiero Cine tiene la oportunidad de sortear dos entradas dobles para el preestreno de Shame, la última obra del director británico Steve McQueen (Hunger). El director cuenta de nuevo con Michael Fassbender que interpreta a un treintañero neoyorquino (Brandon) con serios problemas para controlar su adicción al sexo. Se pasa el día viendo páginas pornográficas y manteniendo encuentros sexuales con solteras de Manhattan. Sin embargo, su ritmo de vida se verá alterado por la imprevista llegada de su problemática hermana Sissy (Carey Mulligan). Su presencia explosiva llevará a Brandon a perder el control sobre su propio mundo. McQueen indaga en la naturaleza profunda de las necesidades humanas y en la forma en que afrontamos las experiencias que nos marcan.

Si quieres participar en el concurso, tienes que hacerte seguidor del blog (menú de la izquierda) y contestar la siguiente pregunta: ¿cuál es tu interpretación favorita de Michael Fassbender?

El pase será el jueves 9 de Febrero a las 20:00 horas en los Cines Princesa situados en la C/ de la Princesa, 3, 28008 Madrid.

Puedes contestar en un comentario o bien hacerlo a través de Twitter utilizando @SensaCine y @RaqHdez. ¡Suerte!

CRÍTICA Womb, cuando el amor se transforma en obsesión

Eva Green (Rebecca) sostiene con su brillante interpretación una película inclasificable en la que el drama y un cierto toque de ciencia ficción despierta en el espectador una creciente inquietud. Hablamos de Womb, producción dirigida por Benedek Fliegauf (Vía Láctea, Dealer) cuya traducción sería útero o matriz.

Rebecca y Thomas se conocen cuando son niños y se enamoran el uno del otro a pesar de su juventud. Sin embargo, Rebecca debe emprender un viaje a Japón y abandonar el pueblo marítimo en el que le ha conocido. Ya siendo adulta, regresa a él con el ánimo de reencontrarse con Thomas. Su atracción sigue siendo tan profunda, que él abandonará a su novia para estar con ella. Sin embargo, un accidente fortuito le lleva a perder la vida. Rebecca, consumida por la desesperación emprenderá el camino más complicado para recuperar a Thomas: utilizar su ADN para clonarlo implantándoselo ella misma.


De esta forma, Rebecca se enfrenta a toda una serie de sentimientos encontrados que oscilan entre el amor materno y el deseo sexual que culminará en un choque frontal entre ella y Thomas una vez que se convierte en un hombre adulto y radicalmente dividido en dos por pasiones que no alcanza siquiera a comprender.

Aunque el ritmo interno de la película es lento, no es menos cierto que es exactamente el que requiere una historia intimista, en la que la feminidad de Rebecca se ve constantemente debatida entre las aguas de la pulsión sexual que siente como mujer y el cariño protector de una madre.


También es cierto que la película podría dar más de sí como relato de ciencia ficción, pero su rastro se diluye ante la fuerza del drama y la tensión que existe entre los dos personajes principales, condenados a la insatisfacción y al frío que envuelve el entorno. La escala cromática de la fotografía vira irremediablemente a los tonos azules y los planos largos tratan de alejar una historia que por lo demás resulta asfixiante.

Nota: 7/10

Lo mejor de la película: la magistral forma en la que se plasma la soledad y la espera, consiguiendo una perfecta comunión entre el locus y la trama. En este sentido, las localizaciones son un personaje más al servicio de la historia.


La polémica: no pocas escenas de la película le ponen a cualquiera los pelos de punta, pero sin duda, la secuencia que ha sembrado la polémica es aquella en la que madre e hijo están en la bañera y el niño se pone en pie en ella para cantar. La inociencia del chiquillo encalla de bruces contra el amor enfermizo que su madre le profesa.

El talón de Aquiles: el Thomas adulto no está a la altura de la contenida interpretación de Eva Green cuya mirada transmite más a través del silencio que mil palabras.

ESTRENOS 20 Enero

Los descendientes es el estreno que entra con más fuerza en la cartelera esta semana. Alexander Payne (Entre copas, A propósito de Schmidt) dirige a George Clooney en uno de sus papeles más aclamados por crítica y público. Mezclando el drama con la tragedia, el actor se enfrenta a un personaje que inicia un recorrido en el que tratará de encontrarse a sí mismo. Casado y padre de dos niñas, se ve obligado a reconsiderar su pasado y a encauzar su futuro cuando su mujer sufre un terrible accidente de barco en Waikiki. Con sus hijas a cuestas, Matt se embarca en la azarosa búsqueda del amante de su mujer. A lo largo del camino, donde se van alternando encuentros divertidos, conflictivos y trascendentales, Matt comprende que por fin se halla en la buena dirección para reconstruir su vida y su familia.

Jean-Jacques Annaud (Enemigo a las puertas, Deux frères) presenta la coproducción Oro negro que incluye entre las naciones productoras a Francia, Italia y Qatar. Basada en la novela “Al sur del corazón”, de Hans Ruesch y guionizada por el propio Annaud y Menno Meyjes, narra el enfrentamiento de dos jefes tribales por una franja de terreno en Arabia que esconde abundante petróleo. El reparto internacional incluye a Tahar Rahim, Antonio Banderas, Freida Pinto, Mark Strong, Riz Ahmed, Corey Johnson, Liya Kebede y Eriq Ebouaney.

Juan Diego Botto y Carmelo Gómez encabezan el reparto de Silencio en la nieve dirigida por Gerardo Herrero en coproducción con Lituania. La historia arranca cuando un batallón de la División Azul se topa con una serie de cabezas de caballos esparcidas sobre la superficie congelada de un lago. Los cuerpos están sumergidos bajo el hielo. Montado sobre uno de los caballos se encuentra el cadáver de un soldado español. Los mandos encargan la investigación al soldado Arturo Andrade, ex inspector de la policía, que asume la tarea con rigor y profesionalidad buscando indicios de una trama supuestamente relacionada con la masonería.

De Alemania nos llega Sombras del tiempo, dirigida y guionizada por Florian Gallenberger. Se trata de una película que mezcla drama y romance. Ravi y Masha se ven obligados a trabajar como operarios infantiles en un taller de fabricación de alfombras cercano a Calcuta en el comienzo de una trágica historia de amor. Ravi se esfuerza para abandonar el taller. Sin embargo, cuando el chico se entera de que el director del taller se propone vender a Masha a un proxeneta, Ravi emplea todos sus ahorros en comprar la libertad de Masha. Antes de marcharse, la chica le promete esperarle en el mayor templo de Shiva de Calcuta todas las noches de luna llena. Años más tarde, el joven abandona el taller para dirigirse al templo pero el destino parece conspirar contra el idilio de los dos jóvenes.

Bunraku es una amalgama de muchas cosas, quizás demasiado dispares entre sí. Combina el cómic con el spaghetti western, las películas de samuráis y el lenguaje los videojuegos. En el futuro, el mundo no cuenta con armas de fuego. Un misterioso viajero llega a una extraña ciudad en la que sus habitantes viven aterrorizados por el despiadado Nicola y su ejército de matones, encabezados por nueve asesinos mortales entre los que destaca el cruel asesino Número 2. El viajero se ve forzado a confiar en un joven samurái, que busca restablecer el honor de su familia, y en el dueño del bar de la ciudad, que ha estado esperando reunir a un equipo para acabar con Nicola. Josh Hartnett interpreta el papel del viajero, mientras que Woody Harrelson, Demi Moore, y el propio Jordi Mollà forman parte de un desconcertante elenco en una película que a todas luces no tendrá una gran repercusión en taquilla.

Y para finalizar Dennis Dugan dirige Adam Sandler, Katie Holmes y Al Pacino (?) en Jack y su gemela, comedia en la que Santiago Segura realiza un cameo (OMG). En fin, como el argumento es lo de menos, no vamos a perder el tiempo contando de qué va. Si os gusta el humor absurdo, éste es vuestro estreno de la semana.

Feliz semana y ¡al cine!

CRÍTICA El topo, la esencia destilada del thriller

Thomas Alfredson (Déjame entrar) reúne un reparto excepcional en torno a un guión brillante en El topo, descafeinada traducción del título original "calderero, sastre, soldado, espía". Estos son los sobrenombres que se ganan los cuatro sospechosos de haberse infiltrado en los servicios de inteligencia británicos en los años 70.

Basada en la novela de John le Carré, la película no es fácil de seguir, pero merece la pena que el espectador haga un esfuerzo por desentrañar junto a Smiley la trama de este thriller apasionante, en el que pronto descubriremos que las relaciones sentimentales y el amor son motores tan importantes como el mayor de los secretos. En este sentido la evolución de la trama es una bomba de relojería que encaja perfectamente al final, gracias a la esforzada labor de los guionistas Bridget O’Connor y Peter Straughan.


Tras el fracaso de una misión especial en Hungría, comienza a reestructurarse la cúpula de mando. El agente George Smiley (Gary Oldman) es uno de los defenestrados, aunque pronto recibe el encargo de Control (John Hurt) de descubrir quién es el topo infiltrado en el servicio, lo que le hará actuar en la sombra, siempre apoyado en su fiel ayudante (Benedict Cumberbatch, el inquietante nuevo Sherlock de la serie emitida en TNT y que actualmente ofrece Antena 3).

 
Siempre parapetado tras sus grandes gafas, Smiley es capaz de esconder a un ser humano dotado de una inmensa capacidad para perdonar, para esperar y, sobre todo para encajar todas las piezas de un complejo ajedrez en el que él mismo encontrará su lugar.

Nota: 9/10

Presta especial atención: a los detalles, no hay nada baladí en una trama tan compleja en la que todo el mundo oculta algo.

Disfrutarás: con el maravilloso clímax final del film, acompañado de la música excepcional de Alberto Iglesias, que cierra todo un ciclo y devuelve su status a quien lo merece desde un principio. No sobra ni un segundo de metraje.

Lo mejor de la película: sin duda un Gary Oldman en estado de gracia que aporta a su personaje tanto cuando habla como en sus prolongados silencios. Mención especial merecen tanto la fotografía como el vestuario y la ambientación del film que nos devuelve a los años 70 tanto con una gran naturalidad, al mismo tiempo que nos recuerda a las pelis y series de espías de toda la vida.

ESTRENOS 13 Enero

Álex de la Iglesia presenta su nuevo film esta semana: La chispa de la vida, protagonizada por José Mota (nominado al Goya al mejor actor revelación), Salma Hayek (nominada al Goya a la mejor actriz) y Blanca Portillo. Difícil de catalogar, la película relata la historia de Roberto, que se verá atrapado por un accidente del que nadie sabe muy bien cómo salvarle. Una situación absurda y dramática que llama la atención de los medios de comunicación, que convierten la tragedia en un espectáculo. Criticada por situarse en un terreno ambiguo en el que no convence ni como comedia ni como drama, promete al menos sacarnos alguna sonrisa, eso sí, tratando de hacernos reflexionar. 

David Fincher dirige a Rooney Mara (Lisbeth Salander) y a Daniel Craig (Mikael Blomkvist), en el remake americano de Millenium basado en la famosa novela de Stieg Larsson. Corrupción, perversión y un ritmo frenético, eran las constantes que poblaban la novela y que también formarán parte de la película en la que Fincher ha tratado de ser respetuoso con el espíritu de la obra original. Apodado por algunos como el remake necesario, era uno de los estrenos más esperados del año.

La hora más oscura es uno de los primeros estrenos del año en 3D.  La historia se centra en un grupo de turistas estadounidenses que se encuentran en Moscú justo cuando unos extraterrestres llegan a la Tierra con intenciones hostiles. Todos ellos intentarán sobrevivir a la invasión alienígena en una peli que seguramente gustará a los amantes de la serie B y del cine de entretenimiento puro, sin mayores pretensiones.

Objeto encontrado es un breve y sugerente documental de 87 minutos firmado por César Martínez Herrada que indaga en la figura de Antonio Pérez, personalidad relevante de la cultura española por su relación con los principales acontecimientos artísticos y sociales acontecidos en España desde principios de los años cincuenta. Antonio Pérez desarrolla una interesante actividad como artista-editor-coleccionista. Es precisamente esa faceta de “buscador de objetos” la que le equipara a artistas contemporáneos como Duchamp.

En Las olas, Alberto Morais realiza un ejercicio de estilo en el que apenas hay diálogos y que narra el regreso al pasado de Miguel (interpretado por Carlos Álvarez-Novoa), un jubilado que necesita hallar respuestas. Para ello realizará un viaje desde Valencia hasta un pequeño pueblo en el sur de Francia llamado Argelès, última parada de miles de refugiados de la guerra. Atravesando en su viejo coche un presente que le resulta totalmente ajeno y un pasado arrinconado, busca una cierta reconciliación personal e histórica. De ritmo extremadamente lento y con una ausencia total de esteticismo, esta peli encandilará a los amantes de las historias desnudas que no se apoyan en artificios de ningún tipo, aunque, eso sí, el final no termina de rematar el viaje, lo que le resta cierta coherencia.

The Collector es el estreno terrorífico de la semana, aunque el argumento parece que lo hemos leído cientos de veces ya. No recomendada para menores de 18 años, la película se centra en un hogar en el que un experto torturador se ensaña con la familia residente, rompiendo sus aparentemente tranquilas vacaciones y destrozando su paz. Destaca no obstante el trabajo de fotografía, aunque no está al servicio de una historia suficientemente solvente, por desgracia. Los seguidores de Saw volverán a disfrutar del tono de la popular saga con un nuevo malo malísimo enmascarado.

Y para finalizar, Alejandro Brugués nos trae esta semana Juan de los muertos, una coproducción hispanocubana en clave de humor que relata el asedio zombi de La Habana. Juan, un héroe muy particular, se encargará de terminar con ellos montando su propio negocio cuyo eslogan no deja lugar a dudas "matamos a sus seres queridos". Puedes leer aquí la crítica completa.


¡Hasta la semana que viene y que disfruteis de la cartelera!

-Raquel Hdez-

COMO EL PRIMER DÍA... Qué verde era mi valle, la memoria recobrada

Basada en el best-seller de Richard Llewellyn, Qué verde era mi valle narra las penas y alegrías de una familia de mineros galeses a fines del siglo XIX.

Huw Morgan (Roddy McDowall) regresa, ya adulto, al hogar familiar y, mientras empaqueta sus cosas, rememora su infancia junto a sus padres y hermanos. Desde el primer fotograma la película no lleva a engaño. Evocados por los ojos de un niño, cada detalle queda impregnado por la nostalgia de un tiempo perdido. No se escatiman decepciones y sinsabores, tanto los que convienen a la maduración personal (por ejemplo, el primer día de clase) como los que resultan de injusticias (los rumores que afectan a su hermana y al párroco) o de las duras condiciones de vida (accidentes, rebajas de salario, despidos), pero las imágenes (apoyadas por la música de Alfred Newman, candidata al Oscar) inciden, sobre todo, en el valor del recuerdo como tal: es decir, perpetuando cosas que ya no existen de otra manera.
 

Así, gracias a la evocación de Huw, sabemos de su padre, Gwillyn Morgan (Donald Crisp, Oscar como actor de reparto), un hombre justo preocupado por el porvenir de sus hijos, y de su madre, Beth (Sara Allgood), una mujer de armas tomar, muy del gusto de Ford (véase, por ejemplo, Las uvas de la ira);  también seguimos las peripecias de sus hermanos, quienes, poco a poco, han de abrirse camino fuera del valle, y de su hermana Angharad (Maureen O’Hara), quien acepta un matrimonio con un hombre a quien no ama; conocemos al párroco del valle, Mr. Gruffydd (Walter Pidgeon), un sacerdote idealista, más preocupado por el bienestar de la comunidad que por la ortodoxia religiosa, que representará un papel fundamental en la recuperación de Huw cuando, por un accidente, deba guardar cama por varios meses. Más brevemente, el recuerdo se detiene sobre paisajes y tipos pintorescos de los que está llena la niñez, cuando todo parece nuevo.
 
 
Ford, maestro en el retrato de personajes, en la composición del plano, pero -sobre todo- en la imagen que evoca con precisión una situación y un estado de ánimo, revelando en cuatro pinceladas una densidad emocional conmovedora, compone una bellísima oda a los valores familiares tradicionales (no convencionales, ojo: no se omiten conflictos y desacuerdos y se bucea en las complejidades del afecto; véase al respecto las discrepancias sobre la creación de un sindicato de mineros). Aunque filmada en estudios, es de elogiar la verosimilitud de los decorados (también galardonados con un Oscar): la calle central es casi otro protagonista más, retratada con el cuidado suficiente para hacerla inmediatamente reconocible y, a la vez, con cierta ambigüedad que la convierte en el centro de cualquier pueblo con el que estemos familiarizados, añadiendo nosotros los elementos necesarios.
 
 
 Ford extrae todo el jugo posible de las situaciones cotidianas, de los cantos de los mineros, las celebraciones en las tabernas, perspicaz hasta en el retrato de pequeñas rutinas, como esa madre que pone el mandil para recibir las monedas del jornal duramente ganado, o ese estuche de madera donde Huw guarda los lápices para ir a clase, pero todo está sublimado tan efectivamente que, al mismo tiempo que recupera la época con autenticidad, la depura en una representación mítica, de modo similar a como los retratos de los grandes pintores desentrañan la personalidad de sus modelos. Fijémonos, por ejemplo, en la boda de Angharad: mientras baja las escaleras de la iglesia hacia el carruaje que la aguarda, el viento le levanta el velo, que va dejando detrás de ella como la cola de un cometa. De pronto, este solo detalle aleja este enlace de cualquiera otra representación cinematográfica que hayamos visto. Tal vez no sea la ceremonia más hermosa, pero a nuestros ojos se convierte en la más auténtica y, por ello, inolvidable.
 

En cierta forma, Qué verde era mi valle es una película dura, en respuesta al asunto elegido. Si después de verla enumeramos las pequeñas (y no tan pequeñas) tragedias que hemos compartido con sus protagonistas, entenderemos que Ford no ha dulcificado su obra. Y, sin embargo, ¿quién se atrevería a negar que, cuando el rótulo de FIN aparece en pantalla, incluso mientras nos restregamos las lágrimas sentimos la dicha que brota del hallazgo de algo que nos toca íntimamente? 

 
Reconocimientos: Qué verde era mi valle obtuvo cinco premios Oscar, incluidos mejor película y mejor director (el segundo que recogía John Ford en esta categoría) en 1942, un año singularmente complicado, pues competía contra pesos pesados como El halcón maltés o Ciudadano Kane. Además, era una de las películas favoritas de su realizador, que solía citarla junto a El joven Lincoln o El sol siempre brilla en Kentucky como sus obras más inspiradas.

Maureen O’Hara: Siempre enérgica y vivaz, el color reveló su melena roja y sus ojos verdes. Descubierta por Hitchcock en Posada Jamaica, Qué verde era mi valle supuso su encuentro con John Ford, con quien compartía raíces irlandesas. Ambos repetirían en Cuna de héroes, Río Grande, El hombre tranquilo y Escrito bajo el sol, las tres últimas haciendo pareja con John Wayne.

-Mixmerik-