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COMO EL PRIMER DÍA... La palabra. Dios vela por los locos y los niños

A menudo, cuando se habla de “cine religioso” vienen a la mente aparatosas producciones hollywoodienses como Ben-Hur, Quo Vadis o La túnica sagrada, que podrían considerarse más historicistas que piadosas, pues en ellas se apuesta por el espectáculo y la aventura en contraposición a las tribulaciones de la verdadera fe. En Europa, con más honda tradición cristiana (particularmente en el norte) es más fácil encontrar películas que indaguen en ese sentimiento íntimo que debe sustentar a todo creyente. Títulos como Los Comulgantes o Sacrificio, así lo atestiguan. Sin embargo, la joya de la corona no puede ser otra que Ordet, conocida en nuestro país como La palabra.


Estamos en 1925, en un pueblecito de Dinamarca. Morten Borgen (Henrik Malberg) es un próspero granjero, devoto religioso, dueño de un hogar austero que comparte con sus tres hijos: Johannes (Preben Lerdoff Rye), Anders (Cay Kristiansen) y Mikkel (Emil Hass Christensen), quien a su vez está casado con Inger (Birgitte Federspiel) y es padre de dos niñas. Johannes ha perdido la razón con sus estudios, en particular con la lectura de Kierkegaard, y se pasea por la casa citando las escrituras y pidiendo un regreso a la auténtica fe, la que –según se dice– mueve montañas, algo en lo que ni siquiera el nuevo párroco (Ove Rud) parece creer demasiado. Mientras, Anders pretende casarse con la hija del sastre local. En principio, las familias de ambos se oponen, ya que pertenecen a facciones religiosas rivales. Pero el señor Borgen, convencido por Inger, decidirá mediar para ver cumplida la aspiración de su hijo. Es entonces cuando golpea la tragedia. Inger pierde al bebé que esperaba y muere poco después. Johannes desaparece. La familia sufre y sus creencias son puestas a prueba.


Indudablemente, la espiritualidad impregna cada fotograma. Aunque no es necesario profesar credo alguno para apreciar la historia, se precisa no obstante cierta sensibilidad con el tema para identificarse con unos personajes que, inmersos en profundas meditaciones, declaman con estoicismo en composiciones básicamente estáticas equiparables a lienzos. A este respecto se ha señalado la admiración de Dreyer por el pintor danés Vilhelm Hammershoi, con quien comparte el gusto por los interiores, de los que extraen todo el dramatismo posible gracias a la iluminación. Tal vez debido a sus raíces teatrales (el guión adapta un libreto del dramaturgo luterano Kaj Munk) la acción se desarrolla en unos pocos escenarios, casi siempre –ya se ha dicho– en interiores; sin embargo, las imágenes en exteriores son también notabilísimas, con un acierto en el encuadre que trasmite amor por la naturaleza y aporta veracidad a lo narrado.


Dreyer saca el mayor partido posible de sus actores, gracias a una exquisita fotografía en blanco y negro (responsabilidad de Henning Bendtsen) que resalta los matices de unas interpretaciones minimalistas. Incluso la frialdad que asociamos con los países nórdicos conviene a la expresividad íntima de la historia, donde sólo se permiten histrionismos (particularmente en las inflexiones vocales) al personaje de Johannes, amparado por su locura. Asimismo, los parcos decorados favorecen la dureza de las sombras y concentran la atención en las figuras humanas y en los pocos detalles (un reloj, un cuadro, una mesa, una estantería con libros y un tablero de damas) que convienen en cada momento, depurando el hilo argumental hasta la esencia, sin desvirtuarlo.


Lo escrito hasta ahora podría hacer pensar al lector ocasional que estamos ante una de esas películas “complejas” que gustan a los críticos y aburren a los espectadores. Admito que los datos parecen dar la razón a tal suposición, pues Dreyer jamás ha sido un cineasta popular. De hecho, acabó sus días trabajando en un cine de Copenhague. Sin embargo, no hay nada en esta película difícil o artificioso. Antes al contrario: aunque lo que da un sentido definitivo al largometraje es su conclusión (que no revelaremos aquí), Dreyer evita en todo momento la alegoría, anclando a los personajes en un período concreto (la fecha del parte de defunción, el uso del teléfono en las casas) y trazando cuidadosamente las distintas psicologías para humanizar a sus personajes, de forma que suframos y riamos con ellos. El metraje rezuma una autenticidad innegable y conmovedora, en las antípodas de la película de tesis, y la belleza de sus imágenes, rara vez igualada, se graba a fuego en nuestras retinas.


Poco prolífico: Carl Theodor Dreyer filmó sólo 14 películas en 54 años de carrera, lo que no fue óbice para que nos regalara piezas fundamentales como La pasión de Juana de Arco, La bruja vampiro o Dies Irae, además de la que nos ocupa. Incomprendido por el público, se erigió en maestro de maestros como Ingmar Bergman o Andrei Tarkovski.
 

Otras versiones: En 1943 Ordet ya había contado con una adaptación cinematográfica dirigida por el sueco Gustav Molander e interpretada por Victor Sjöström, el inolvidable protagonista de Fresas Salvajes. Pese a sus méritos, quedaría eclipsada 12 años después por la obra de Dreyer.

-Mixmerik-

ESTRENOS 16 Diciembre

Sin duda, el mejor estreno de la semana es The Artist, dirigida por el francés Michel Hazanavicius y favorita en los Globos de Oro con seis merecidas nominaciones. George Valentin es uno de los más grandes artistas del cine mudo. Seductor y triunfador, nuestro protagonista vive una época grandiosa de éxitos. Cuando a fines del siglo XX aparece el cine sonoro, la carrera de George caerá en el olvido. Por el contrario, la joven Peppy Miller se verá impulsada su carrera. Delicisosa historia que nos cuenta en blanco y negro una historia de amor de lo más gratificante cuenta con una tercera estrella: el perrito acróbata que acompaña Valentin.


Bellos suicidios es uno de los estrenos españoles que llegan a la gran pantalla esta semana dirigida por Rafael Gordón (La mirada de Ouka Leele). Una  dura historia sobre la vida y las razones que nos pueden llevar a dejar querer de vivir. La película se ambienta en un centro de rehabilitación especializado en personas que han intentado suicidarse y están en riesgo de volver a intentarlo.  Tres bellas jóvenes -Ana, Silvia y Virginia-  acuden a terapia y, sesión tras sesión, cuentan las circunstancias que les han llevado a querer suicidarse, pues realmente lo único que desean es la muerte.
Miranda July (directora de Tú, yo y todos los demás) dirige y protagoniza El futuro, una coproducción entre Estados Unidos y Alemania. La película se centra en Sophie y Jason, una pareja que ha entrado en la tediosa rutina de la monotonía. Con el propósito de poner remedio a esta situación deciden adoptar un gato callejero llamado Paw Paw. Cuando van a recogerle le informan que éste ha tenido un accidente y tiene una pata rota, por lo tanto hasta aproximadamente treinta días no podrán ir a por él. Éste será el detonante que llevará a Sophie y Jason a cambiar sus vidas, dejando ambos sus respectivos trabajos, Sophie quiere intentar dedicarse a la danza, y Jason quiere embarcarse en la lucha en contra del calentamiento global. Según pasan los días Sophie se siente hundida y recurre a Marshall, un hombre de cincuenta años de carácter firme y bien posicionado. Sophie y Jason cada vez están más distanciados,  deberán replantearse muchas cosas si ambos quieren regresar a casa.

El mundo que fue y el que es es otro de los estrenos españoles de la semana, que nos presenta un tema bastante controvertido y que siempre da mucho que hablar, la política. Esta película se divide en cuatro partes más un epílogo, y nos va narrando la historia del recorrido de varios militantes comunistas desde la posguerra hasta la actualidad de nuestros días, centrándose en la vida de Álvaro Bolívar y Daniel Duarte desde el atentado fallido que realizaron en 1945, su estancia en prisión y la decadencia del partido en el que el marxismo y el leninismo caen en desuso.
El tercer estreno español de la semana, 
Lo más importante de la vida es no haber muerto, una película en la que se tienen puestas muchas expectativas y esperamos deje el listón muy alto. La peli está protagonizada por un siempre espectacular Emilio Gutiérrez Caba, que en esta ocasión se mete en la piel de Jacobo. Se trata de un hombre que puede presumir de tener una vida plena y agradable, que se dedica a reparar y afinar pianos, de hecho lo hace de un modo muy peculiar: solo tiene que dormir y soñar con ellos para así arreglarlos. El problema comienza cuando Jacobo comienza a tener problemas de insomnio y el trabajo se le amontona. Además comienza a ver a un hombre con barba que aparece y desaparece, lo que le lleva a hablar con su pareja. Al sentir que ni su mujer es capaz de creerle, comienza a pensar que quizás su vida no siempre fue tan perfecta como él pensaba.
Esta semana también nos llega la ópera prima de Paco Arango, Maktub, vocablo que procede del árabe y significa “lo que está escrito”. Se puede clasificar casi como un cuento de navidad muy propio de las fechas que nos rodean. La película se centra en Manolo (Diego Peretti visto anteriormente en No sos vos, soy yo y la estupenda Tiempo de valientes), que está atravesando una crisis debido a su trabajo  insoportable, y la relación con su mujer (Aitana Sanchez-Gijón) que amenaza ruina y la relación con sus hijos que es prácticamente nula. Un día conoce a Antonio (Andoni Hernández) un chico de 15 años con cáncer, pero con unas tremendas ganas de vivir tan contagiosas que Manolo decide dar un vuelco a su vida. Goya Toledo, Amparo Baró, Mariví Bilbao, Enrique Villén, Jorge García y Rosa María Sardá, completan el resto del reparto que nos promete ternura y risas.
Llega hasta nosotros la cuarta entrega de Misión Imposible: Protocolo Fantasma. La película nos cuenta las hazañas de Ethan Hunt (Tom Cruise) y su equipo en una de las misiones aparentemente imposibles. Ethan y los suyos son acusados de un atentado contra el Kremlin ruso. El presidente de los EE. UU. inicia el "Protocolo fantasma" y el IMF es desautorizado. Sin recursos el comando de Hynt deberá limpiar la buena imagen de la organización. Simon Pegg (Graeme Willy en Paul), Josh Holloway y Jeremy Lee Renner  entre otros completan el reparto de posiblemente la mejor de las cuatro películas de la saga.
También esta semana hay espacio para una película de terror: No tengas miedo a la oscuridad. Algo muy malvado y tenebroso se esconde en Rhode Island. Cuando la pequeña Sally visita a su padre y a su nueva novia descubre que la casa que está restaurando su padre no es tan cálida como al principio parece. Su padre, alejado de ella por la pasión que tiene por la arquitectura, hará que la niña se evada explorando la casa. Unas voces en la oscuridad la llaman terroríficamente y la toman el pelo. Cuando Sally, sin querer, librera a las criaturas malvadas del sótano algo tenebroso pasará... Qué harías si tu hija fuera atacada en el baño de tu casa? Remake de la producción televisiva homónima estrenada en 1973 y con un guión presentado por el gran Guillermo del Toro, si te gustan los sustos… ésta es tu película.
El remake de Perros de paja de Sam Peckinpah (1971) también llega esta semana a nuestras pantallas, la pregunta una vez más es ¿era necesario? ¿No tuvimos bastante con una? Desde luego, nos lo hizo pasar muy, muy mal... Y nos grabó en la retina secuencias de una crudeza sin igual ¿alguien ha podido olvidar el cepo? El plan de David y Amy es reparar la casa de la familia y venderla en el pequeño pueblo donde Amy se crió. David es un tipo reservado y tímido que vive absorto en su último guión. La llegada del matrimonio despierta resentimientos y varios conflictos con varios habitantes, entre ellos el ex-novio de Amy, quien junto a varios compañeros del equipo de fútbol americano del pueblo provocarán tensión entre el matrimonio Sumner. Cuando David está entre la espalda y la pared. éste reaccionará con las mismas armas de sus adversarios. 

Por tercera vez consecutiva y siempre por Navidad vuelve el trío de estas locas y divertidas ardillas, al igual que en las anteriores películas, el film mezcla realidad y animación, pero esta vez en 3D. ¿Los productores estarán pensando en los más pequeños de la casa y como ocupar su tiempo en estas fechas o en las carteras de papa y mama?  Sea lo que sea… ¡Ya está aquí Alvin y las ardillas 3! En esta tercera entrega Alvin, Theodore y Simon se embarcan ni más ni menos que en un crucero para tomarse unas vacaciones, descansar y divertirse son sus planes. Sin saber muy bien cómo acabarán en una isla desierta, en la cual podrán manos a la obra a sus más locas ideas para poder salir de ella, y volver a la normalidad, pero éste no será el único problema. La isla no está tan desierta como se pensaban.

¡Buena semana y buen cine!

-Vivky Vila y Jose Maketilla-

COMO EL PRIMER DÍA... ¡Qué bello es vivir!, el triunfo del hombre corriente

La Navidad está a la vuelta de la esquina y si hay una película especialmente idónea para estas señaladas fechas es la producción de Frank Capra de 1946, ¡Qué bello es vivir!, protagonizada por James Stewart. Seguramente ya la habrán visto; de lo contrario, no se apuren: seguro que alguna de nuestras atentas cadenas la programa la próxima Nochebuena.

George Bailey (James Stewart) es un tipo corriente con aspiraciones de ver mundo a principios del siglo pasado. Vive en la pequeña localidad de Bedford Falls, un pueblo de Norteamérica como otro cualquiera. Su padre, director de una compañía de empréstitos, fallece de un repentino ataque al corazón y a él le toca hacerse cargo del negocio familiar durante épocas tan duras como la Gran Depresión o la II Guerra Mundial. Su gran rival, Henry Potter (Lionel Barrymore), especie de Scrooge en silla de ruedas, representa todo lo peor que puede nacer del capitalismo sin freno. 


Si, como cantaba John Lennon, “la vida es lo que te pasa mientras estás ocupado haciendo otros planes”, esta película lo ejemplifica a la perfección. George Bailey gasta gran parte de su tiempo y energías en fabular sobre exóticos viajes y azarosas aventuras que -pronto descubrimos- jamás emprenderá. Mientras, conoce a una chica encantadora, Mary (Donna Reed), quien desde el primer momento (recordemos los deseos que piden mientras lanzan piedras contra los vidrios de una vieja casa “fantasma”) tendrá su futuro bastante más claro que él.

¿Cuál es el secreto de este cuento clásico de Navidad? Aún no lo hemos dicho: la película empieza con unos rezos y unas imágenes del Cielo donde se nos muestra que Dios está escuchando y decide poner manos a la obra enviando a Clarence (Henry Travers), un ángel que aún no se ha ganado sus alas. Es, por tanto, una fábula. Sin embargo, el gran acierto de su director consiste en que, apostando por lo que llaman “la ventana invisible” (es decir, la cámara no exige protagonismo sobre sí misma, sino que recoge las acciones con la inmediatez de otro espectador), nos muestra retazos de auténtica vida. Hay relatos, por ejemplo, que se centran en la infancia del protagonista para bucear en sus motivaciones. Aquí se nos revelan en dos extraordinarias secuencias. Para cuando el personaje es adulto el espectador ya sabe de él todo lo necesario. Y no han sido ni 20 minutos de un largometraje de dos horas.

Con igualmente ejemplar economía narrativa, se nos muestra el inolvidable baile de graduación donde George y Mary dan comienzo a su idilio. Aquí habremos de pasar por alto que, evidentemente, ninguno de los protagonistas tiene los 18 años que se les supone (Stewart incluso había regresado de la guerra con el rango de coronel; en 1946 cumplía 38 años). Pronto empiezan los problemas para George, quien, al heredar la empresa de su progenitor, debe renunciar paulatinamente a sus sueños de juventud. ¿Tendrá su recompensa en lo que construye día a día junto a Mary, en su familia, en sus amigos, en su trabajo?

Todos los personajes (excepto Potter, quien es -en todo momento- un villano sin redención posible) están retratados con amabilidad, incluso cuando sus negligencias (pensemos en el terrible descuido de tío Billy, interpretado por Thomas Mitchell) ponen a nuestro protagonista en aprietos aparentemente insuperables. La secuencia del pánico en el banco, por ejemplo, sirve para observar esto perfectamente: desde la entrega de George (y Mary) para salvar su empresa hasta los distintos caracteres que se nos ofrecen pidiendo dinero a través de la ventanilla. Y Potter, claro, en la sombra, como un buitre dispuesto a quedarse con todo.

Aunque la película goza a menudo de un refrescante sentido del humor, casi de comedia sofisticada, combinado con una mirada amable (pero certera) de los vecinos del pueblo (pensemos, por ejemplo, en la noche de bodas, orquestada por sus amigos taxista y policía), uno de los momentos más recordados del film nos arrastra, sin embargo, por una pesadilla inaudita mientras George Bailey descubre cómo su vida ha afectado a la gente que le rodea. Ésta es una de las escenas más citadas, homenajeadas o directamente plagiadas de la historia del cine, conocida incluso por quienes no han visto el film. Entonces, cambian los ángulos de cámara, volviéndose abruptos, buscando la contorsión de los rostros y la angustia se apodera del celuloide hasta la necesaria catarsis. Y aprendemos que cada vez que suenan unas campanillas un ángel ha conseguido sus alas.

¡Qué bello es vivir! concentra en poco más de dos horas las experiencias de un hombre bueno, dedicado a sus vecinos más por sentido del deber que por convicción personal, y nos devuelve, con una sonrisa y una lágrima, la confianza en el ser humano.


La favorita de su protagonista: James Stewart siempre mostró su preferencia por este cuento navideño del especialista en fábulas amables Frank Capra. Esto no debe tomarse a la ligera, dado que el actor cuenta con una filmografía privilegiada, con clásicos del cine como sus colaboraciones con Hitchcok (La soga, El hombre que sabía demasiado, La ventana indiscreta, Vértigo), Lubitsch (El bazar de las sorpresas), Ford (El hombre que mató a Liberty Valance, Dos cabalgan juntos, El gran combate), Cukor (Historias de Filadelfia), Preminger (Anatomía de un asesinato), Mann (Winchester 73, Horizontes Lejanos, Colorado Jim) o el propio Capra (Vive como quieras, Caballero sin espada).

Copyright accidentado: un error en 1974 en la renovación de los derechos de autor resultó en la titularidad pública del film, lo que benefició extraordinariamente su difusión por todas las televisiones del mundo, convirtiéndose en el clásico navideño por antonomasia. A día de hoy, sin embargo, la Paramount, que en 1947 había comprado a la productora original, Liberty Films (tercer intento de Capra de salir del sistema de estudios y que sólo produjo dos películas antes de ser vendida), ostenta de nuevo los derechos, gracias a una sentencia de 1993.

-Mixmerik-

ESTRENOS 9 Diciembre

Aprovechando las fechas que nos rodean, Sony Pictures nos trae Arthur Christmas: Operación regalo, una entrañable película de animación que nos traslada a nuestra niñez. Y, aunque ya no somos niños, intenta resolver unos de los misterios que siempre tienen los más pequeños de la casa: ¿cómo puede Santa Claus (nuestro Papa Noel) repartir todos los regalos, a todas las personas del mundo, en una sola noche?  La solución ¡chan cha cha chan…. Una operación altamente secreta que se realiza bajo el Polo Norte! La película se centra en Arthur, el hijo pequeño de Santa Claus, que al ayudar la noche navidad a su padre, se mete en un gran problema, ¡Se ha perdido un regalo! Arthur pondrá toda la carne en el asador, para que antes del amanecer todo el mundo pueda disfrutar de su regalo navideño.

Joe  Cornish nos presenta su ópera prima, que fuera de nuestro país tiene el mismo número de seguidores como de detractores. Hablamos de 
Attack the Block, estrenada en Sitges y ganadora del favor del público. Acompañado de los productores de Zombies Party, Joe Cornish nos narra una divertida invasión alienígena. La película comienza cuando Sam, una estudiante de enfermería, es asaltada de camino a su casa, por una banda de adolescentes enmascarados. Un extraño objeto cae cerca de un coche cercano, lo que permitirá a Sam escapar de los jóvenes. Pero un peligro aún mayor se cierne sobre todos ellos. Cuando temerosos y curiosos se acerquen al coche descubrirán a una extraña criatura. La batalla entre alienígenas y humanos se acaba de desatar en un humilde barrio de Londres, tomando como protagonistas a unos jóvenes héroes que no cuentan con saldo en el móvil para comunicarse entre ellos...


Una de las películas más esperadas de la semana es La fuente de las mujeres. Se trata de una coproducción entre Bélgica, Italia y Francia que fue estrenada internacionalmente  en el último festival de Cannes. Ha sido la primera película en recibir el premio calificado de “Especial recomendado para la igualdad de género”. El director Radu Mihaileanu (El concierto) nos presenta este drama con toques de comedia, narrado con una perfección y ternura envidiables. El film se centra en un pequeño pueblo entre el norte de África y Oriente Medio, donde desde tiempos inmemoriales las mujeres se encargaban de ir a recoger agua a una escarpada montaña, bajo el sol abrasador. Viendo los peligros que esto conlleva, las mujeres deciden proponer a los hombres que ayuden en esta tarea canalizando el agua hasta el pueblo. Ante la negativa de estos, deciden ponerse en “huelga de amor”: no mantendrán relaciones sexuales con ellos hasta que ayuden en la ardua tarea de abastecer al pueblo de agua. Pero que las mujeres traigan el agua al pueblo es una tradición, y las tradiciones son muy difíciles de romper. 


El estreno español de la semana nos viene de la mano del director Carles Torras con Open 24h. Este crudo drama en blanco y negro, fue ganador en el Festival de Málaga en la sección oficial de largometrajes. La película se centra en la vida de Héctor, un joven que trabaja como vigilante nocturno, que debe cuidar de su hermano pequeño que tiene una discapacidad física y mental. A pesar de sus esfuerzos, no consigue salir a flote, los problemas se le acumulan y le sobrepasan, amenazando con hundirle: un juicio pendiente, un trabajo estresante, un padre maltratador… Héctor vive su día a día sumido en un letargo profundo, del que quizás sea peligroso despertar.

Uno de los estrenos de los que menos información nos ha llegado, y por el contrario uno de los más galardonados es Porfirio, dirigida por Alejandro Landes, y que ha recabado con premios tan importantes como el Golden Peacok, Bélgica (Premio Cinédécouvertes de la Cinematek), Holanda (Premio del Jurado a Mejor Película en el World Cinema Amsterdam Festival), Francia (Premio del Jurado y Premio a Mejor Actor en el Festival Biarritz Amérique Latine – Cinémas et Cultures), Grecia (Premio Alexander de Bronce en el 52° Thessaloniki International Film Festival) y Ecuador (Mejor Director en el Festival de Cine La Orquídea Cuenca). La trama se basa en una historia real que nos narra la vida de Porfirio que ha quedado discapacitado en una silla de ruedas a consecuencia del conflicto colombiano. Cansado de un Estado que parece haberse olvidado de él, decide tomarse la justicia por su mano.

¡Buena semana y buen cine!

-Vicky Vila-

FREAK CORNER Juan de los muertos: cuando cargarse zombis es divertido

En enero se estrena una de las películas más hilarantes que han pasado por nuestra cartelera en los últimos tiempos, nos referimos a la producción hispano-cubana Juan de los muertos, dirigida y escrita por Alejandro Brugués.

Es pionera en un doble sentido: se trata de la primera primera producción independiente autorizada por el Gobierno cubano y de la primera película de ciencia ficción y de temática zombi rodada íntegramente en La Habana.

En colaboración con SensaCine os ofrecemos asistir a un pase especial de la película el día 4 de enero en los Palafox de Madrid a las 21:30. La proyección tendrá lugar tras la marcha zombie que organiza Avalon. Para concursar en el sorteo de cinco entradas dobles, solo teneis que haceros seguidores del blog y escribir en los comentarios de esta entrada contestando a esta pregunta: ¿cuál es tu peli de zombis favorita?

A continuación, os dejamos la crítica y el trailer de Juan de los muertos, ¡no os la perdais!


Mientras La Habana se llena de "no muertos" sedientos de carne humana, los medios oficiales difunden la noticia de que los disturbios son causados por disidentes pagados por los Estados Unidos. El colmo del absurdo es que, para salvar esta desesperada situación, surge un héroe atípico: Juan (Alexis Días de Villegas), apodado Juan de los muertos tras descubrir que la única manera de acabar definitivamente con los zombis es destruyendo su cerebro. Pero, eso sí, se enfrentará a ellos tratando de ganar algún dinero... no faltaba más. De esta forma, asume el slogan "Matamos a sus seres queridos".


Una mirada desprejuiciada, permitirá a espectador disfrutar de una cinta cargada de un sentido del humor de lo más refrescante aunque eso sí, muy negro. Sin embargo, si se quiere leer entre líneas, la crítica hacia el régimen cubano es constante y no siempre sutil.

Brugués adereza la película con una estética que bebe directamente del manga y las películas de artes marciales y propone estupendas coreografías en las batallitas con los zombis que ríete tú de The Walking Dead. Tiene mucho mérito hacer una película como ésta en un momento en el que estamos saturados de vampiros brillantes, hombres lobo, ectoplasmas varios, etc.

Nivel de freakismo: 8/10

Lo mejor de la película: la secuencia del ascensor no tiene desperdicio. Nada mejor que reírse de la muerte.

Atención al: esfuerzo de producción y a los maquillajes, en ese sentido es una joya.

Te gustará si: te gusta el humor negro y eres fan de Tarantino.

-Raquel Hdez-

COMO EL PRIMER DÍA... El acorazado Potemkin: la gramática de una revolución

El cine mudo tiene una cualidad ausente en el resto de material filmado. Quién sabe si por las necesidades técnicas (a menudo se rodaba a 18 fotogramas por segundo, lo que explica esa sensación de salto en la imagen), por la música constante para endulzar la falta de palabras o, simplemente, por el inexorable paso del tiempo y el poso que éste deja en las cosas representadas, cuando vemos una película de este período nos embargan dos emociones contradictorias: por un lado la impresión de que lo filmado se nos aparece desde la bruma de las épocas con toda su carga antigua y, por otro, la paradójica convicción de que lo que se despliega ante nuestros ojos es real, más auténtico que si lo hubieran filmado con métodos modernos, aunque los métodos modernos puedan ser, claro, más naturalistas.
Esto viene a colación de El acorazado Potemkin, filmada en 1925 por el ruso Serguei Eisenstein, cineasta y teórico fundamental para entender los mecanismos cinematográficos explotados por virtualmente todas las cintas que a día de hoy exhiben nuestras carteleras. Se puede decir, sin demasiada exageración, que Eisenstein y el norteamericano D.W. Griffith concibieron la gramática básica del séptimo arte, desde el plano/contraplano al travelling, desde el plano general al plano detalle, desde el montaje que yuxtapone acciones para crear intriga hasta la confrontación de ideas relativamente sencillas para incitar a la reflexión. Eisenstein, aprovechando un encargo de su gobierno (que solicitaba una revisión del levantamiento de 1905 contra el zar para ser usado como propaganda de la revolución bolchevique de 1917), facturó una obra emocionante y compleja, con imágenes inolvidables que basculan entre el protagonismo colectivo y la exaltación de rostros anónimos en impresionantes primeros planos.


La película se divide en cinco partes bien diferenciadas:

1.    Hombres y gusanos. Los marineros del Potemkin se quejan a sus superiores de la comida en mal estado. Aunque las imágenes muestran la carne infestada de liendres, los oficiales hacen la vista gorda y certifican que está en perfectas condiciones para su consumo, por lo que cunde el malestar entre la tripulación. Ya en sus camarotes, uno de los marinos arenga a los demás sobre la revolución.
2.    Drama en la bahía. Los oficiales sacan a la tripulación a cubierta y amenazan con ajusticiar a todo aquel que proteste por el rancho, empezando por un pequeño grupo al que ordenan fusilar bajo una lona. Pero los marineros se sublevan y toman el mando del acorazado, no sin antes sufrir una importante baja: aquel que los incitó a revelarse es abatido por los disparos de un oficial.
3.    El muerto pide justicia. El marino muerto es llevado a tierra, donde la población simpatiza con los sublevados, a quienes llevan víveres en sus barcas. Cunde la rebelión, escenificada como una procesión de gente sencilla donde no faltan ancianos, mujeres, niños o inválidos.
4.    La escalera de Odesa. Incluso quienes no han visto la película conocen la escena de la carga de los cosacos en la escalera de Odesa, tanto por sus poderosas imágenes como por las numerosas versiones y homenajes de otros cineastas (la más explícita: la de Brian de Palma en Los intocables de Elliot Ness). La represión del zar es cruel, implacable. Su guardia marcha escalera abajo entre el humo de la pólvora de sus fusiles. Las víctimas son hombres, mujeres, niños, que quedan desperdigados en los escalones. Una madre, mientras huye, pierde a su hijo, que corría a su lado de la mano. Al mirar atrás ve que ha caído y ha sido arrollado por decenas de pies. Lo toma en brazos y se dirige a los soldados, pero estos se limitan a disparar y seguir adelante. Una de estas ráfagas alcanza a una joven con un carrito de bebé. La joven muere y el carrito se precipita escaleras abajo, sin que nadie sea capaz de detenerlo. La masacre termina con la intervención del acorazado Potemkin, que bombardea el Estado Mayor.
5.    El encuentro con la flota. La marina del zar es enviada para rendir al Potemkin. Se lanza un ultimátum, se inicia una persecución pero, cuando el enfrentamiento parecía inevitable, los otros saludan al Potemkin como a un hermano.
 

Si algo distingue a El acorazado Potemkin de otros equivalentes propagandísticos tanto de Hollywood como de otras cinematografías (piénsese en El triunfo de la voluntad, por ejemplo) no es únicamente el despliegue narrativo, en todo caso apabullante, sino el difícil equilibrio entre el protagonismo coral (con toda la magnificencia que se puede extraer de las escenas de masas) y la individualización de algunos caracteres que, sin llegar a ser personajes senso estricto, vehiculan emociones concretas, necesarias para despertar la simpatía del espectador. Así, aunque la aproximación de Eisenstein a los hechos es, en teoría, “intelectual” (es decir, su objetivo es mover a la convicción) las implicaciones del encargo le llevan a manejar sensibilidades más básicas que promuevan la indignación o la exaltación de su audiencia.


Basado en hechos reales: Eisenstein se tomó numerosas licencias para representar los sucesos de junio de 1905 en Ucrania, en particular sobre la espontaneidad del movimiento revolucionario y su aparente unidad de objetivos, aunque gran parte de lo que se ve finalmente en pantalla, si se prescinde del matiz ideológico, es una aproximación razonable. Sin embargo, al elegir el final se obvia que el levantamiento de 1905 fracasó y que muchos de los marineros del acorazado se refugiaron en Rumania para evitar represalias. Los que volvieron a Rusia acabaron o muertos o en prisión.
 

Innovador: Eisenstein se volcó en numerosos experimentos técnicos para superar la escasez de medios, tales como pantallas reflectantes, desenfoques fotográficos o plataformas móviles. Años antes que Hitchcock (en Psicosis), experimentó con la multiplicación de planos para una misma secuencia (la de la escalinata) a fin de crear un tempo subjetivo. Al final se usaron 170 para seis minutos de metraje.
-Mixmerik-

ESTRENOS 2 Diciembre

Llegan a nuestra cartelera algunas grandes películas, precedidas de interesantes críticas como el drama histórico La conspiración, dirigida por Robert Redford. Tras el asesinato de Abraham Lincoln, ocho personas son detenidas y acusadas de conspirar para matar a los altos cargos políticos: el presidente, el vicepresidente y el secretario de Estado. La única mujer que se encuentra entre ellos, Mary Surratt (Robin Wright, que ya nos hechizó con su papel en la incombustible La princesa prometida y a la que próximamente veremos en The Girl with the Dragon Tattoo), regenta una pensión donde el autor del magnicidio y sus cómplices planearon los atentados. Mientras Washington se recupera de las heridas de la Guerra Civil, el abogado Frederick Aiken (James McAvoy visto en X-Men First Class), un héroe de guerra unionista de 28 años, accede a regañadientes a defender a Surratt ante un tribunal militar. Sin embargo, el joven abogado sospecha que su cliente podría ser inocente, y que está siendo utilizada como señuelo. Con el país entero en contra de Surratt, Aiken es el único dispuesto a destapar la verdad y salvarle la vida.

Restless, la última película de Gus Van Sant, aclamado director de cintas como Elephant o Psycho, narra la compleja relación entre dos adolescentes al límite. Annabel (Mia Wasikowska) y Enoch (Henry Hopper) tienen algo en común: la obsesión por la muerte. En el caso de ella una enfermedad terminal le hace vivir cada día como si fuera el último. Enoch, por su parte, no puede evitar asistir a funerales buscando respuestas a su perplejidad ante la muerte. La película promete momentos en los que el pañuelo será imprescindible.

Una nueva revisitación de la magistral obra de Charlotte Brontë, Jane Eyre, llega también a nuestras carteleras hoy, aunque habiendo cosechado un éxito desigual entre la crítica. Mia Wasikowska hace doblete esta semana, encarnando a una de las mujeres más interesantes que ha dado la literatura, a la que da la réplica Michael Fassbender (visto recientemente en Un método peligroso y en Malditos bastardos) prestando su piel a Edward Rochester. La hermosa y pelirroja Jane, criada en un orfanato, es contratada por un misterioso señor Rochester. La aislada e impresionante mansión en la que vive, así como su frialdad, ponen a prueba la resistencia y fortaleza de la joven, pero su tenacidad le impedirá abandonar Thornfield House sin conocer el secreto que esconde el señor Rochester.


La coproducción hispano-cubana basada en la novela Música de cámara, de Reinaldo Montero, Afinidades viene precedida de cierta polémica por su contenido sexual. Encabezada por Jorge Perugorría y Vladimir Cruz, que son también los directores de la cinta, narra la historia de unos personajes que, ante la falta de racionalidad y de respuestas, encuentran como vía de escape la satisfacción de los deseos más incontrolables. Sin embargo, el consuelo es efímero y las consecuencias, totalmente insólitas. Tachada por unos de pretenciosa y por otros de rozar el género del porno, sorprende desde luego por su particular interpretación de la crisis de los 40.

En un futuro próximo el boxeo convencional como lo conocemos hoy en día es  terminalmente prohibido por ser demasiado violento y ha sido sustituido por los combates entre robots. Esta es la premisa que da pie a Acero puro, en la que Charlie Kenton (un como siempre guapísimo Hugh Jackman) es un ex-boxeador fracasado, convertido en promotor de poca monta, que sobrevive construyendo robots con chatarra. Su vida comienza a mejorar cuando se reencuentra  con su hijo Max de trece años (Dakota Goyo): él le devolverá  la ilusión y las ganas de volver a competir, y le ayudará a crear un buen robot competidor. En el film también participan Evangeline Lilly (Kate de Perdidos), Kevin Duran y Hope Davis.

También en el terreno de la ciencia ficción futurista se mueve 



In Time. En un futuro cercano todas las personas aparentar tener veinticinco años debido a que se ha conseguido anular el gen que provoca el envejecimiento. La moneda de cambio que circula es el tiempo para evitar la superpoblación, haciendo a los ricos inmortales y peligrar la vida de los menos favorecidos. Will (Justin Timberlake), un joven de clase pobre, será agraciado con una herencia en tiempo, accediendo al mundo de los ricos en el que conocerá a una joven y hermosa heredera (Amanda Seyfried). Ambos decidirán ponerse manos a la obra para deshacerse de tan corrupto sistema.  Mucha acción y caras conocidas como Johnny Galecki (Leonard en la serie Big Bang Theory), Olivia Wilde (13 de la serie House) o Cillian Murphy (vista en Batman Begins). Aunque el punto de partida de la película es muy bueno, el rumbo de la carrera de Justin Timberlake nos hace dudar de sus pretensiones...

Massino Natale firma El verano de Martino, una producción italiana con guión de Giorgio Fabbri; basado en su libro Luglio 80. Dos trágicos episodios históricos en la historia de Italia enmarcan la vida de Martino, un chico de 15 años; de Clark, un capitán del ejército de EE.UU. aficionado al surf; y de Silvia, la novia del hermano de Martino. Estas relaciones paralelas se tejerán alrededor del surf en una hermosa playa jurisdicción de la OTAN.  La amistad que surge entre ellos y sus relaciones se entrelazan con la leyenda de Dragut, un príncipe que reta al mar por amor.

Este fin de semana, además, parece ser el de las segundas partes, a nosotros corresponderá juzgar si son buenas o no...

Fuga de cerebros 2 es la secuela de la exitosa comedia que batió records en taquilla, y vuelve para ofrecernos nuevas risas, nuevos escenarios y algunos nuevos personajes. La película nos cuenta la historia de Alfonso (Adrián Lastra, fantástico en la película dirigida por Daniel Sánchez-Arévalo Primos) hermano pequeño de Emilio Carbajosa (Mario Casas) que viendo la buena suerte que corrió su hermano, decide seguir sus mismas pasos, para conseguir a la chica de sus sueños, pero esta vez en lugar de Oxford le llevará a Harvard. Irá acompañado de los singulares y carismáticos amigos de su hermano Chuli (Alberto Amarilla), Cabra (Canco Rodríguez, el Barajas de Aída), Ruedas (Gorka Lasaosa) Y Corneto (Pablo Penedo), que intentaran ayudar a Alfonso en su arriesgada empresa. Cuando ya está este singular escuadrón manos a la obra, un suceso imprevisto les hará replantearse sus alocados planes. En el film también podremos ver a Paco Tous, Loles León, el Langui y el americano David Hasselhoff, que aseguran será la estrella de esta segunda parte.

La segunda parte de la muy exitosa y ganadora de un Oscar Happy feet: rompiendo el hielo, Happy Feet 2, promete traernos más de lo mismo, junto a los locos y divertidos pingüinos. En esta ocasión Mumble, el maestro del Tap, ha sido padre de un pequeño pingüino: Erik. Sin duda, es un pingüino muy especial, aunque muy retraído y tímido. Erik está intentando encontrar su lugar en la colonia de pingüinos emperador. Abrumado por la presión se escapa de su casa y conoce al Sven ¡un pingüino que puede volar! Mumble se siente herido, piensa que nunca podrá ser un modelo a seguir como podría ser Sven. Pero no solo de esto tendrá que preocuparse nuestro entrañable protagonista, pues el mundo es sacudido por poderosas fuerzas. Mumble sabe que para conseguir salir adelante tienen que estar todos unidos y cuantos más sean mejor, por ello no dudará en pedir ayuda al pequeño Krill y a los gigantes elefantes marinos. Se trata de una de las películas más esperadas por los pequeños de la casa en cuya su versión original podemos disfrutar de las voces de Elijah Wood, la cantante Pink, Brad Pitt, Matt Damon o Robin Williams. En nuestro país, tendremos al frente del doblaje al humorista Carlos Latre que presta su voz a dos personajes: el Doctor Amor y Ramón.

Vicky el vikingo y el martillo de Thor, es otra de las mejores propuestas para los más pequeños esta semana. Christian Ditter dirige esta obra alemana en la que Vicky toma las riendas de su poblado cuando su padre es secuestrado por Sven “El Terrible”. En sus manos está conducir a sus hombres para rescatar a su padre y demostrar así su astucia y sus brillantes ideas. Deberá enfrentarse a mares tormentosos y múltiples peligros, además de tener que defender los tesoros de los legendarios dioses.

¡Buena semana y buen cine!

-Vicky Vila y Raquel Hdez-