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CRÍTICAS Prometheus

Por cortesía del portal especializado en el séptimo arte, SensaCine, Quiero Cine estuvo presente en el preestreno en España de la última obra de Ridley Scott en los cines Kinépolis. Prometheus tiene un potentísimo arranque en el que se prima la grandiosidad de las localizaciones y una estética al más puro estilo de la ciencia-ficción clásica, que hace que el espectador abra boca pensando en el mejor Ridley Scott posible al servicio de una de las sagas de terror más imprescindibles de la historia del cine: Alien. Esa es desde luego la expectativa que genera el tráiler de la película, calcado al de Alien: el octavo pasajero en cuanto a estructura, montaje y música. Quizás por eso es tan bueno y genera tantas esperanzas en los seguidores de Alien y del propio director.



Sin embargo, a medida que se desarrolla la película, comprobamos con estupefacción cómo se va desinflando poco a poco hasta derivar en un guión con imperdonables fallos que el espectador apenas puede "tragarse". No se trata, como han anunciado algunos, de que la trama sea compleja o excesivamente enrevesada, sino que es una cuestión de coherencia interna, de una falta total de cohesión  entre los personajes y de una serie de fallos que te sacan totalmente de la historia. Si estás pensando que al personaje principal se le mueve el pelo dentro de la escafandra, es que definitivamente la película se ha ido de madre.


Prometheus da comienzo cuando un titán (un ser gigantesco) se autodestruye dando lugar a nuevas formas de vida en un lugar remoto. Por otra parte, dos investigadores descubren un yacimiento arqueológico en el que se reproduce con exactitud un mapa astral que está presente en las principales civilizaciones antiguas. Contando con el presupuesto de un excéntrico millonario obsesionado con luchar contra la muerte, se embarcarán en la nave que les llevará a encontrarse con los denominados "ingenieros", a quienes se les atribuye la creación la vida en la Tierra y que no son otros que los titanes que aparecen en las pinturas rupestres de la antigüedad.


En cuanto a la trama, el principal problema es que se intentan contar demasiadas cosas, lo que lleva a una carencia en el desarrollo de los personajes que no los hace creíbles puesto que ni se entienden sus motivaciones personales para actuar como lo hacen ni terminan de cuajar las relaciones de amor/compañerismo que se supone que hay entre ellos. Es una verdadera lástima que un esfuerzo de producción y puesta en escena semejante no esté al servicio de una trama que esté a la altura. Tanto el diseño de las naves espaciales, como la monumentalidad de las estructuras encontradas o el diseño de los titanes y sus trajes espaciales tiene el eco de Giger sin alcanzar su genialidad, pero no cuajan en conexión con la trama y ciertos efectos especiales son, sin ambages, cutres. ¿Cómo es posible que tal despliegue para mostrar un universo alienígena se desplome porque el maquillaje para envejecer a un irreconocible Guy Pierce sea infumable? ¿Cómo perdonar que la dirección de actores deje tan desaprovechados a talentazos como Charlize Theron y Michael Fassbender?


Nota: 2,5/10

Lo peor: que los aliens son lo de menos. Solo al final descubrimos su origen: es un buen golpe de efecto, pero un tanto tardío.

Lo mejor: sin lugar a dudas, las localizaciones y el trabajo de producción y dirección artística. Coinciden elegancia y sobriedad, aunque, por desgracia, la nave no consigue en ningún momento provocar la angustia, la claustrofobia ni la sensación de temor o inquietud en el espectador que provocaba la Nostromo de Alien: el octavo pasajero con un presupuesto inmensamente menor.

Las comparaciones son odiosas: aunque con un elenco estupendo, Noomy Rapace languidece frente a la potencia de la Ripley encarnada por Sigourney Weaver y Fassbender hace lo que puede, que no es poco, como androide, aunque aún nos estamos preguntando a qué obecede cuando decide sabotear al equipo. El regusto de Hal se deja ver en la luz roja de los cachorros que conducen a David al panel de control de la nave y en la personalidad independiente y destructiva del androide.


Un punto a su favor: se supone que Ridley Scott pretende revitalizar la saga Alien iniciando con Prometheus una nueva trilogía. Así se desprende del final abierto de la película. Esperemos que siendo así y contando con nuevas tramas argumentales, sea capaz de enderezar este trabajo, que bajo cualquier punto de vista ha sido un verdadero fiasco, sin lugar a dudas, el mayor patinazo de la carrera cinematográfica del director.

FREAK CORNER Carmina o revienta

Paco León debuta tras la cámara en el falso documental titulado Carmina o revienta, una película que rezuma frescura y que es una de esas rarezas de nuestro cine que la hacen merecedora de nuestra atención.

El director se decanta con acierto por recrear ambientes y personajes a los que conoce bien basándose en su experiencia vital y dando pinceladas de humor que se entretejen con la trama en la que se respira una forma de ser y de sentir, y, en suma, una cosmovisión muy particular, en la que la familia es uno de los ejes centrales y en la que el peso específico de la figura de la madre es fundamental.



Hablemos en primer lugar de la película para centrarnos después en la polémica suscitada por su estreno multiplataforma. Carmina Barrios, progenitora real de Paco León, es en quien recae el mayor peso del elenco, junto con su hija la actriz María León, ganadora del Goya a la mejor actriz revelación y la Concha de Plata a la mejor actriz por su papel en La voz dormida.


Carmina es una mujer luchadora, curtida y autosuficiente que regenta un bar de un barrio de Sevilla en el que se produce un robo. Las apreturas económicas que se derivan de este hecho se agravan cuando diferentes sucesos van enturbiando aún más su día a día: un cobrador del frac acude a reclamarle una deuda, le roban su vehículo, ingiere por error un fármaco que le daña el estómago... Pero nada es suficiente para doblegar a Carmina, que tiene un plan para salir airosa de cualquier contratiempo.

Salvando las distancias, Paco León consigue, a través de una puesta en escena "cuidadosamente descuidada", poner en pie un mundo tremendamente familiar, recordando en algunos momentos a un Almodóvar prosaico, pero muy efectivo. 

¿Y qué ha sucedido con su estreno? Pues que, no en vano, el director parece haberse obcecado con algo que a los espectadores nos parece obvio pero que la industria pretende ignorar: que el éxito de una película depende en gran parte de que sea accesible en diversos formatos a la vez. Parece ser que ahora, a la luz de la inminente subida del IVA para el cine, más que nunca. ¿Será el final de las grandes salas? Esperemos y deseemos que no, pero desde luego, si queremos que nuestro cine llegue a más hogares y que más personas puedan engancharse a él, será preciso seguir el ejemplo que nos ha brindado este director debutante, del que esperamos tener nuevas noticias pronto, sea a un lado u otro de la cámara.

Nota: 7,5/10

Lo mejor: el retrato social, realista y sin tapujos. Y la mirada exenta de prejuicios, que no pretende juzgar sino simplemente mostrar con sentido del humor.

La escena más surrealista: el hospital es testigo de uno de los mejores momentos de la película, la carcajada está asegurada. 

La conclusión: que el amor de una madre está por encima de todo, es la roca en la que rompen todas las olas, pero que se mantiene siempre en pie a pesar de todo.

ANIMADOS El secreto del Libro de Kells

Justificar el visionado de El secreto del libro de Kells solo por su belleza, no le hace justicia a esta pieza fílmica exquisita que transmite al espectador un amor por los libros y por la imaginación desbordantes.

El Libro de Kells, también conocido como Gran Evangeliario de San Columba, es un manuscrito ilustrado con motivos ornamentales celtas, realizado por monjes iluminadores hacia el año 800 en Kells, un pueblo de Irlanda.



Debido a su gran belleza y a la excelente técnica de su acabado, este manuscrito está considerado por muchos especialistas como uno de los más importantes vestigios del arte religioso medieval. En esta coproducción de animación franco-belga-irlandesa, nos sumergiremos en los misterios que se esconden entre las páginas de esta obra.




Aunque se desconocen los detalles del origen del libro: el propio monasterio de Kells, el de Iona u otro similar, la hipótesis más aceptada es que su elaboración comenzó en Iona hasta que dejó de ser seguro y fue transportado a Kells. Ésta es también la hipótesis que maneja la película, que da comienzo cuando un joven monje llamado Brenan, sobrino del abad de Kells (Cellach), conoce al hermano Aidan, que viene de Iona custodiando el libro para terminarlo. Él estimulará la imaginación de Brenan, que pronto deseará conocer lo que hay más allá de los muros de la abadía e internarse en el bosque. Y es que el propio libro se inspira en la naturaleza, adoptando la tipografía una apariencia zoomorfa en ocasiones y deleitándose siempre en los colores, algunos realmente poco comunes y caros, importados de otros lugares. Su grado de perfección es tal que algunos de los acabados solo pueden apreciarse con lupa.



En cuanto a la película, el conflicto de la trama viene marcado por el abad de Kells, obsesionado por la seguridad, que dedica todo su esfuerzo a levantar un muro que separe a la abadía de la amenaza de los vikingos, personificados casi de forma demoníaca en Crom Cruach, que siembra el terror en la zona con los ataques de sus hombres.



Sin embargo, Cellach no se da cuenta de que a la vez se está aislando del mundo y de las maravillas del bosque, por tanto también de la fuente de inspiración de los iluminadores de manuscritos, y a la postre, del conocimiento que se enmarca dentro del libro como fuente transmisora de sabiduría.



Nota: 9/10

La escena más hermosa: siempre hablamos de las grandes elipsis del cine: la de 2001: Una odisea del espacio, la de La vida es bella... En ellas se condensa una gran cantidad de tiempo. En El secreto del libro de Kells  hay dos grandes elipsis dignas de mención: en la batalla mantenida contra los vikingos, y en el viaje que emprenden Aidan y Brenan y que, siguiendo el estilo de las iluminaciones medievales, se enmarca en una estructura ordenada como es el arco, en tres ventanas simétricas que se abren a una naturaleza hermosísima.



El acierto: como si el mensaje y la obra real que sirven de inspiración no fueran suficientes, el primer film de Tomm Moore y Nora Twomey recoge la esencia del folklore irlandés que se refleja en la banda sonora, los motivos geométricos, las simetrías, la paleta de colores... Y también en los personajes, como sucede con el espíritu del bosque, encarnado en la traviesa Aisling, polimorfa y acreedora de poderes mágicos.



Atención: al diseño de los personajes, aparentemente sencillo, basado en formas geométricas básicas pero que sin embargo les confiere una personalidad muy marcada. Es un claro ejercicio de inteligente animación en dos dimensiones que da lugar a una obra que fue nominada a los Oscar en 2010, con pasajes fílmicos muy diferentes entre sí, pero que forman un todo armónico y muy recomendable para niños y grandes que amen los libros y la naturaleza y que deseen adentrarse en un mundo nuevo.