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CRÍTICA El topo, la esencia destilada del thriller

Thomas Alfredson (Déjame entrar) reúne un reparto excepcional en torno a un guión brillante en El topo, descafeinada traducción del título original "calderero, sastre, soldado, espía". Estos son los sobrenombres que se ganan los cuatro sospechosos de haberse infiltrado en los servicios de inteligencia británicos en los años 70.

Basada en la novela de John le Carré, la película no es fácil de seguir, pero merece la pena que el espectador haga un esfuerzo por desentrañar junto a Smiley la trama de este thriller apasionante, en el que pronto descubriremos que las relaciones sentimentales y el amor son motores tan importantes como el mayor de los secretos. En este sentido la evolución de la trama es una bomba de relojería que encaja perfectamente al final, gracias a la esforzada labor de los guionistas Bridget O’Connor y Peter Straughan.


Tras el fracaso de una misión especial en Hungría, comienza a reestructurarse la cúpula de mando. El agente George Smiley (Gary Oldman) es uno de los defenestrados, aunque pronto recibe el encargo de Control (John Hurt) de descubrir quién es el topo infiltrado en el servicio, lo que le hará actuar en la sombra, siempre apoyado en su fiel ayudante (Benedict Cumberbatch, el inquietante nuevo Sherlock de la serie emitida en TNT y que actualmente ofrece Antena 3).

 
Siempre parapetado tras sus grandes gafas, Smiley es capaz de esconder a un ser humano dotado de una inmensa capacidad para perdonar, para esperar y, sobre todo para encajar todas las piezas de un complejo ajedrez en el que él mismo encontrará su lugar.

Nota: 9/10

Presta especial atención: a los detalles, no hay nada baladí en una trama tan compleja en la que todo el mundo oculta algo.

Disfrutarás: con el maravilloso clímax final del film, acompañado de la música excepcional de Alberto Iglesias, que cierra todo un ciclo y devuelve su status a quien lo merece desde un principio. No sobra ni un segundo de metraje.

Lo mejor de la película: sin duda un Gary Oldman en estado de gracia que aporta a su personaje tanto cuando habla como en sus prolongados silencios. Mención especial merecen tanto la fotografía como el vestuario y la ambientación del film que nos devuelve a los años 70 tanto con una gran naturalidad, al mismo tiempo que nos recuerda a las pelis y series de espías de toda la vida.

3 comentarios:

  1. Me gustó aunque reconozco que me esperaba un filme de espías al uso. Aparte de Oldman me impresionó Cumbertbach. Es una película para volver a verla y creo que muchas veces más y disfrutarla.

    Un saludo.

    Emilio Luna.
    El antepenúltimo mohicano.

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  2. Hola Emilio:

    Bienvenido al blog, estamos de enhorabuena con la nominación de Alberto Iglesias a los Oscar. Coincidirás conmigo en que hace un gran trabajo. Incluyo tu blog en mi lista, me encantará seguirte. Un saludo:

    Raquel

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  3. Pues si que lo estamos chicos (no se si sois uno o varios perdonad) Alberto Iglesias es junto a Johan Soderqvist el gran compositor europeo de la actualidad. Así lo dije ayer en la radio y me quedé tan agusto. Un abrazo, nos leemos.

    Emilio Luna.

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