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CINELECTURAS Crítica de Philomena

Stephen Frears dirige Philomena, una historia basada en el libro de Martin Sixmith "The lost child of Philomena Lee". La trama, desarrollada por el actor y guionista Steve Coogan, bebe por tanto de la vida real de una mujer y de su periplo vital hasta conocer el paradero de su hijo.

Frears nos presenta a Philomena (Sophie Kennedy Clarke) cuando es una joven en la Irlanda de 1952. Llevada por la pasión, mantiene relaciones sexuales con un hombre que la deja embarazada en una feria local (ya en esas imágenes encontramos dos potentes metáforas: ella aparece reflejada en los espejos deformados de las atracciones y mosdisquea una manzana roja de caramelo).




Tras ser repudiada por su familia, que prefiere decir que está muerta antes que ampararla como madre soltera, es internada en un centro religioso en el que se ve privada de ver crecer a su hijo, pudiendo pasar solo una hora al día con él. Pero lo peor está por llegar cuando contempla impotente cómo es dado en adopción sin tener ocasión de despedirse de él siquiera y sin ninguna pista para poder seguir su rastro.

Sophie Kennedy Clarke como la joven Philomena Lee

Transcurridos cincuenta años en silencio y siendo ya una anciana, Philomena (Judi Dench) le confiesa a su hija que tuvo un hijo y que, a pesar de haber tratado de obtener información acerca de su paradero en varias ocasiones, no lo ha conseguido y necesita saber dónde y cómo está. Nunca ha dejado de sentirse madre, de culparse por haber disfrutado de aquel desliz juvenil y de haberse manchado con un pecado cuya penitencia no puede seguir soportando.

De esta forma, contactan con el periodista Martin Sixmith (Steve Coogan), un hombre en proceso de reinvención que acaba de perder su puesto en la BBC y por primera vez en su vida se interesa por una "historia humana".

Portada del libro "The lost child of Philomena Lee"

Aunque en un principio su interés es estrictamente profesional, a medida que va conociendo más a una mujer en la que no hay cabida para el resentimiento y que, a pesar del insultante trato que llega a recibir por parte de la institución en la que estuvo internada, sigue siendo una mujer de fe practicante, y se va sumergiendo en la investigación la extraordinaria historia de su hijo, emigrado a los Estados Unidos, no podrá evitar implicarse emocionalmente y eso a pesar de su actitud escéptica y su carácter un tanto pagado de sí mismo.

Es el choque entre dos formas de pensar tan diferentes la que da lugar a un guión brillante, en el que también interviene Jeff Pope (The Security Men).

Judi Dench y Steve Coogan en Philomena

Philomena es recomendable por muchas razones: no sólo a nivel de realización y de dirección de actores, que verdaderamente parecen transfigurados en virtud de las personas a las que representan sino porque te hace plantearte tu actitud ante la vida, tu propia forma de prejuzgar a los demás e incluso de enfrentarte a la adversidad.

El viaje de Philomena hasta lograr su objetivo es emocionante no en un sentido sentimentaloide sino de dignificación de todas las mujeres que se han visto privadas de su libertad y de la custodia de sus hijos por el hecho de ser consideradas pecadoras y por tanto indecentes y "sucias".

Los tiempos han cambiado, qué duda cabe, pero a tenor de los hechos que se siguen destapando a día de hoy sobre niños robados, trata de personas y tantas otras barbaridades, es una bombona de oxígeno pararse a respirar los vapores que dimanan de esta película. Sin caer en el odio, en la venganza o la ira, al menos restauremos el orden que fue quebrantado en el pasado.

Steve Coogan con la verdadera Philomena Lee

Nota: 8,5/10

Lo mejor: Tanto Judi Dench (merecidísima su nominación al Oscar) como Steve Coogan están inmensos en sus respectivos papeles. Comprendes la idiosincrasia de sus personajes, sus puntos de vista y sus objetivos vitales y de esa confrontación nace una relación que realmente está muy bien desarrollada en el guión.

Atento a: la sutileza de los diálogos de Philomena y la forma en la que se ponen de manifiesto la conmovedora historia de la protagonista sin perder en ningún momento el sentido del humor que se entrelaza con el drama. Ya sea por vía de la credulidad y la inocencia de una o del pragmatismo y la insatisfacción existencial del otro.

Lo peor: No es una película apta para personas estrechas de miras porque tanto el tema del que trata la película como su tratamiento espantarán a cualquiera que no esté acostumbrado a dejar pensar a sus neuronas y se deje llevar por dogmatismos sean estos religiosos o antirreligiosos. Al final la historia habla de personas y no de credos.

2 comentarios:

  1. Q ganas de verla!! En cuanto pueda me escapo :-)

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  2. PHILOMENA ¡¡Que gran historia!!!
    Philomena es el encuentro con el cine, concebido como contar una historia con el trabajo de unos actores. Philomena es una historia atractiva, triste y real. El trabajo de sus protagonistas ha sido meterse en sus personajes y trasmitirlos al público y a fe mía que lo consiguen.
    http://www.quepodemosver.com/2014/03/philomena-con-judi-dench-critica.html

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