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CRÍTICAS Los amantes pasajeros


Tras la fabulosa pieza que el director manchego trajo a nuestras carteleras en 2011, La piel que habito, también con banda sonora de nuestro bienamado Alberto Iglesias, Pedro Almodóvar regresa con lo que muchos califican como "su retorno a la comedia": Los amantes pasajeros.

Pues no, lo cierto es que por más que lo desee, el cineasta ha evolucionado y se ha estilizado y aquella naturalidad que irradiaba la chabacanería de Mujeres al borde de un ataque de nervios se ha disuelto irremediablemente. Algo de su poesía de los últimos años podemos encontrarla en la película, sobre todo en ese arrebato sexual que se produce en las alturas o en la espuma del aeropuerto, pero cuando sales del cine, te das cuenta de que, sobre todo, Los amantes pasajeros te ha decepcionado. Y mucho.

Por el momento, se ha convertido en el mejor estreno de Pedro Almodóvar, con una taquilla inicial de 1,86 millones de euros el primer fin de semana, así que una cosa está clara: tenemos ganas de comedias, de reír y de Almodóvar (¡bien!). La película se estrenaba en 295 pantallas, gracias a la distribución de Warner Bros., y ha logrado una media de 6.320 euros por pantalla. Y yo me alegro mucho porque considero que es un director muy denostado en nuestro país y además de forma injusta.



Pero algo del cáustico humor que impregna la cinta se le queda pegado en el paladar al espectador, que encuentra difícil tragar la propuesta. Puede ser esa frontal mirada desaprobadora hacia los excesos cometidos que nos han llevado a esta brutal crisis económica y de valores que se especifica en el inútil aeropuerto de Ciudad Real o en ese top ten que se cuela de soslayo en la página de un periódico de los principales casos de corrupción del año. O puede ser el desatino de un guión que parece no llegar a ninguna parte... como el vuelo que no encuentra pista donde aterrizar y en la que están encerrados los excéntricos pasajeros de la película.


El caso es que la película comienza bien y tiene su clímax en esa pequeña performance de "I’m So Excited" que protagonizan Carlos Areces, Javier Cámara y Raúl Arévalo, auténticas chicas Almodóvar, para a continuación caer en picado por su absoluta falta de ritmo, un montaje poco acertado y lo más imperdonable: una ausencia total de mensaje. Comedia absurda, podría uno esgrimir, pero tampoco. Solo Areces consigue divertir con su exagerada pluma y ni siquiera Cecilia Roth parece sentirse cómoda con un personaje que ni emociona, ni engancha, ni llega a divertir. ¿Por qué? Porque a lo mejor el bondage, las felaciones o las relaciones sexuales casuales ya no escandalizan a nadie.


Algo huele a obsoleto en esta propuesta de la que inevitablemente esperaba mucho más. Creo que es la peor película de Almodóvar y no porque no sepa manejar la cámara como un auténtico maestro, porque consigue, eso sí, crear secuencias puntuales muy interesantes e incluso filmar desde ángulos imposibles, pero el problema es que todo eso no está al servicio de una buena historia ni del mero entretenimiento, que habría sido otra opción.


Como anécdota destacaría la masculinidad de la película, siendo quizás una de las cintas de Almodóvar en las que más protagonistas masculinos pueden encontrarse: Miguel Ángel Silvestre (Sin tetas no hay paraíso), Hugo Silva (Los hombres de Paco), el mexicano José María Yazpik (Lejos de la tierra quemada), Raúl Arévalo (Azuloscurocasinegro), el cómico Carlos Areces (Balada triste de trompeta) y Guillermo Toledo (Crimen ferpecto), entre otros.

Nota: 5,5/10

Lo mejor: Areces con su retablillo de rezos, el vestuario y la caracterización, el color (100% Almodóvar) y el agüita de Valencia... Fantástico el tráiler, no me extraña el poder de convocatoria de la cinta.

Lo peor: La falta de ritmo, la torpeza del guión, la poca frescura de los diálogos y la incapacidad de generar momentos de esperpento total, algo que le habría venido bien desde el punto de vista cómico.

Atención a: las señas de identidad visuales del director en el atrezzo del avión y su íntima conexión con todo lo que sucede, la desinhibición sexual y los momentos más locos de la cinta.

-Raquel Hdez-

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