Intruders: juego de espejos

En Quiero Cine confesamos que Clive Owen nos encanta. Desde El rey Arturo, pasando por Sin City o la indispensable Children of Men, nos ha cautivado sabiendo seleccionar títulos interesantes.

En Intruders, además, se pone a las órdenes de un siempre inquietante Juan Carlos Fresnadillo que ya nos deslumbrara en 2001 con su primer largo Intactos. La película consigue meterte en la historia desde el minuto cero, hasta el punto que hacerte sentir intruso en tu propia casa, mezclando temores infantiles con realidad y ficción y en ocasiones te dejándote la sangre helada.

Las dos historias, en un principio normales pero misteriosas, acompañan al espectador haciéndole descubrir cada vez más cosas en el transcurso de la cinta. Hay partes muy interesantes en las que te puedes llegar a sentir un niño de nuevo, como cuando la protagonista de 12 años descubre un secreto que escondió hace años otro niño en el hueco de un árbol. Éste es un momento muy emocionante que logra encandilar al espectador.

Hay que destacar también el hecho de que está muy bien rodada: adoptando completamente el formato digital pero dando una sensación muy nítida y realista en las escenas de lluvia y en la continuidad del movimiento.

A pesar de no tratarse de una película "de género", puesto que no puede catalogarse como peli de terror, ahonda en cosas que nos pueden dar miedo y en cómo el ser humano construye su fantasía para precisamente protegerse de aquello que le impresiona.

En algunas ocasiones, recuerda el sentimiento de maternidad-paternidad de El orfanato ya que los sufridos padres de ambas historias Luisa (Pilar López de Ayala) y John (Clive Owen), viven con sus hijos, mucho más que en primera persona, los temores compartidos de ambos, ayudándose mutuamente a superar la adversidad. De hecho se entrevé un homenaje más al padre del propio director que como quizá recordéis dedicó su primer Goya por Intacto a su padre fallecido. Y es que las relaciones familiares son fundamentales en esta cinta.

De nuevo subrayar el hecho de que no es una película de miedo, o mejor dicho no es una película que pretenda asustar al espectador, ni es morbosa, es puro suspense y misterio, y aún así, sí da en cierto modo algo de miedo, sobre todo psicológico y tiene la magia de las películas que te inquietan.

Nota: 8/10 

Lo mejor de la película: disfrutarla en el cine y darte cuenta de que, aunque mientras la has estado viendo, a pesar del suspense, no has sentido tanto miedo, pero que, ahora que has podido descansar y dejar volar la imaginación, es cuando pueden resurgir fantasmas que se creían dormidos, justo como en la peli… Y, sin duda, ¡el reparto!

La clave para entender Intruders: el síndrome de las alucinaciones compartidas. Un punto de partida de lo más interesante para acercarse a la película.

Lo peor de Intruders: el hecho de que muchas personas la desdeñen por no ser una peli de puro miedo.